La Comisión Europea ha presentado su segunda Hoja de Ruta para combatir las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EETs), bajo el título " La estrategia 2010-2015 contra las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles".
En ella, se señalan los cambios que pueden introducirse en las medidas de lucha contra esta enfermedad, a la vista de las nuevas evidencias científicas.
La Hoja de Ruta indentifica seis áreas en las cuales pueden introducirse cambios en un futuro próximo, destacando el levantamiento de la prohibición de las harinas cárnicas en especies no rumiantes (porcino, aves y peces), evitando el canibalismo, la reducción en número de los MER (Materiales Específicos de Riesgo) y la elevación gradual de la edad de los animales sometidos al test obligatorio de la EBB (Encefalopatía Espongiforme Bobina).
Confecarne , la principal organización de industrias cárnicas espaolas, ha acogido muy favorablemente este estudio, ya que siempre ha abogado por se levantaran las citadas restricciones, aunque sea de manera parcial y progresiva. De hecho, la propia European Food Safety Authority (EFSA) considera insignificante el riesgo de que los animales monogástricos puedan contraer EETs. La industria cárnica europea se considera en desventaja frente a otros países donde no se ha efectuado la prohibición del uso de harinas de carnes transformadas, tanto por el coste que supone abastecerse de proteinas de origen vegetal en otros países y el incremento del precio de éstas por el aumento de la demanda, como por el coste de la destrucción de los SANDACH (Subproductos Animales No Destinados a Consumo Humano).