Cegasa intenta salvarse del cierre. El grupo vasco ha solicitado preconcurso de acreedores, una medida por la que ha optado "como marco jurídico para lograr reordenar su actividad", que se ha visto "duramente golpeada por la crisis que afectó directamente al consumo y repercutió en sus líneas de negocio", según las palabras de la propias compañía.

Tras esta medida, el futuro pasa por encontrar soluciones independientes para cada uno de sus negocios principales (almacenamiento energético, logística y pequeño aparato electrodoméstico ) a través de nuevos socios. En este sentido, el grupo prevé cerrar acuerdos en los próximos meses, ya que afirma tener "negociaciones en curso avanzadas". Así lograría "el mantenimiento de la actividad, se pagaría a todos los proveedores y se atenderían los compromisos con las entidades financieras".

La plantilla de Cegasa está integrada actualmente por cerca de 900 trabajadores, de los cuales 500 se ubican en el País Vasco. Con una facturación que ronda los 140 M€, en los últimos ejercicios ha acumulado importantes pérdidas. Sin ir más lejos, desde 2010 hasta 2012, último ejercicio presentado en Registro, su resultado neto sumó números rojos de más de 90 M€. Asimismo, siguiendo con fuentes registrales, en ese último año aglutinaba deudas a largo plazo de 74,6 M€ y a corto plazo de 56,36 M, principalmente con entidades de crédito.

En realidad, son varios los años que Cegasa lleva intentado reorganizar su actividad y buscar salidas a su situación financiera. A principios de 2009 ya anunció el cese de la actividad de fabricación de pilas de consumo en Vitoria debido a la caída de las ventas, y a finales del mismo año informaba de la reconversión de la planta hacia la fabricación de baterías de iones de litio , una reorganización que, meses después, derivó en un proceso de reorganización para el que contó con apoyo del Gobierno Vasco. Cabe destacar que los productos de consumo se han visto especialmente afectados por la situación de la compañía, que por el camino de sus procesos de adaptación a la realidad de los mercados ha dejado áreas como los guantes y el embalaje doméstico.