El incremento de consumo de la sidra en un 3,8%, en el ejercicio interanual cerrado en julio de 2015 -según los últimos datos oficiales publicados por Magrama- ha sido acogido con gran satisfacción por parte del Consejo Regulador DOP Sidra de Asturias que ve en este indicador una consolidación de los datos positivos que se vienen registrando desde hace dos años.
De hecho, según los registros del propio Consejo Regulador, durante este mes de agosto de 2015 las ventas han crecido un 5% respecto a agosto de 2014 , mes en el que crecieron de forma espectacular un 20% respecto al mismo periodo de 2013, lo que pone en evidencia que se trata de un producto de tendencia que se está asentando en las preferencias de los consumidores.
A juicio de Reyes Ceñal, gerente del CRDOP Sidra de Asturias, “nos encontramos en una coyuntura muy favorable que se ha conseguido también gracias a los esfuerzos de todo el sector a la hora de comunicar las cualidades de este producto natural, artesanal, con cualidades diferenciales y a un precio muy competitivo”.
La imagen “positiva”, “renovada” y “moderna” que se percibe de este producto es otro factor que está propiciando el aumento de sus ventas, sobre todo, entre el público joven, segmento de la población en el que ha crecido considerablemente el consumo.
Nutritiva y saludable
Cabe recordar que el pasado 10 de junio, el Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias presentó el primer estudio científico para este producto, realizado por el Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo, que destaca las propiedades funcionales de la sidra aunando sidra y salud.
Un trabajo que pone en valor nuevas propiedades y beneficios de su consumo en la prevención de enfermedades tan frecuentes como las cardiovasculares y la diabetes, además de actuar como antioxidante y antiinflamatorio, y contra la diabetes y colesterol.
La DOP Sidra de Asturias cuenta con 23 lagares, 274 cosecheros y 563 hectáreas registradas y auditadas, con unas plantaciones de manzano con 22 variedades autorizadas en el Reglamento de la Denominación de Origen Protegida.
Este Consejo Regulador es un órgano adscrito a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado de Asturias, y es el Organismo encargado de certificar que una sidra se califique como “Sidra de Asturias” Denominación de Origen Protegida.