La firma inversora de origen valenciano Atitlan ha entrado en el accionariado del grupo hospitalario también valenciano Nisa, con una participación que superaría de momento el 5%. Se trata de la primera operación de Atitlan en el sector sanitario, en el que trató de entrar hace más de cuatro años con la adquisición de Ribera Salud, primero en solitario, y después a través de una alianza con la aseguradora Asisa, que no ha terminado de cuajar en ningún proyecto en firme.
Esta operación ha supuesto la entrada por primera vez de una inversora en el capital de Nisa, hasta la fecha controlada directamente por profesionales médicos. El grupo dispone en la actualidad de una red de siete hospitales y 1.180 camas, en la Comunidad Valenciana, Madrid y Sevilla. A ellos habría que sumar un centro especializado en daño cerebral en Elche (Alicante), que depende directamente del hospital Nisa Aguas Vivas, así como el centro médico Nisa San Bernardo, en Sevilla, que opera comounidad satélite independiente del hospital sevillano y cuentan con especialidades como ginecología, pediatría, medicina general, traumatología, preanestesia, además de atención puntual en urología, otorrinolaringología y cirugía general.
En cuanto a sus proyectos, el grupo estaba pendiente de la resolución de trámites administrativos para iniciar las obras de construcción de un nuevo hospital en Valencia, sobre un terreno adquirido en la entrada sur de la ciudad. El centro, que requerirá una inversión de 55 M€, contará con 120 camas, 15 quirófanos inteligentes y 25 consultas externas, en más de 34.000 m2 construidos. El hospital sustituirá y optimizará algunos servicios del Hospital Nisa Virgen del Consuelo. En 2014, Nisa registró ingresos de 152,73 M€ (casi un 5% más que en 2013), con beneficios de más de 4,6 M y una plantilla de 1.461 trabajadores.