Abengoa ha llegado a un acuerdo con sus principales acreedores para reestructurar la compañía que prevé la inyección de entre 1.500 y 1.800 M€ en un plazo máximo de 5 años para su refinanciación. En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la firma ha explicado que las acciones de la compañía cambiarán de manos a cambio de dicha inyección financiera, así como mediante capitalización de deuda y una ampliación de capital. Según el acuerdo, los acreedores tomarán el 55% del capital mientras que los actuales principales accionistas verán diluida su participación al 5%. No obstante, estos podrían aumentar esa participación hasta un máximo del 10% si en 5 años abonan en su totalidad tanto las cantidades adeudadas en virtud de la nueva financiación que se aportase en el marco de la reestructuración como la deuda existente. La financiación tendrá un rango superior a la deuda antigua y estará garantizada con determinados activos, incluyendo acciones libres de Atlántica Yield. El importe de la deuda objeto de capitalización se correspondería con un 70% de su valor nominal y otorgaría el derecho a suscribir un 35% del nuevo capital.
La deuda financiera correspondiente a las líneas de liquidez concedidas al grupo en septiembre y diciembre 2015por 231 M serán objeto de refinanciación mediante la extensión de su plazo por dos años y estarían garantizada con las acciones de Atlántica Yield. El proceso de negociación se desbloqueó después de que el principal accionista, Felipe Benjumea, desistiera en sus intenciones de mantener una participación de control en la Nueva Abengoa. La aspiración de Benjumea de contar con el 12,5% en la Nueva Abengoa, que podría posteriormente verse incrementada hasta el 30% si se cumplía la 'hoja de ruta' establecida en el plan de viabilidad, era considerada "inasumible" por los acreedores. Abengoa, que comunicó unas pérdidas de 1.213 M en 2015, se acogió al preconcurso de acreedores el pasado noviembre, asfixiada por graves problemas de liquidez con una deuda bruta de 9.395 M y pagos pendientes a proveedores por 4.379 M. El acuerdo presentado al resto de acreedores para buscar que sea refrendado antes del 28 de marzo por el 75% de los acreedores del grupo es necesario para evitar la mayor suspensión de pagos en la historia empresarial de nuestro país. En este sentido, los tenedores de bonos de Abengoa han concedido en los últimos días 110 M en créditos urgentes a la empresa para que sobreviva hasta esa fecha, lo que ha permitido desbloquear el impago de las nóminas de febrero a los empleados de Abengoa en España y es una muestra de que el plan de salvamento de la empresa está prácticamente encarrillado, a falta de cerrar los flecos.