Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) estrena nueva gama de yogures bajo su enseña 'Larsa'. En concreto, se han puesto en el mercado cuatro nuevas referencias (manzana al horno, mandarina, tarta de limón y licor de café), que vendrían a complementar el amplio portfolio de yogures que Capsa produce para su posterior comercialización bajo esta enseña. Al igual que el resto de su catálogo en yogures, las nuevas referencias restringirán su comercialización a la comunidad autónoma gallega, estando disponibles hasta el momento en los establecimientos gallegos de las cadenas Gadis y Vegalsa-Eroski. Hasta su desembarco en los lineales, la oferta de 'Larsa' en yogures abarcaba referencias básicas naturales, de sabores, con frutas, desnatados, sin lactosa, bífidus y bífidus soja, disponibles tanto en vasitos individuales como en pack de 4 a 8 unidades (algunas referencias). Además de las citadas, 'Larsa' dispone de postres como flan de vainilla y gelificado de chocolate.
La aportación de 'Larsa' a la industria láctea se completa con su presencia en las categorías de leche y quesos. En la primera de ellas cuenta con leches tradicionales -entera, semidesnatada y desnatada- en formatos brik 1l y botella 1,5 l, mientras que su oferta quesera incluye tanto quesos gallegos (Tetilla, Arzúa-Ulloa, Cántaro y San Simón), como barra especial para sándwich (normal y sin lactosa en formato barra y ya estuchado para consumo final) y bola. Todas estas referencias se elaboran en las instalaciones que Capsa mantiene en la comunidad gallega, concretamente en las localidades de Outeiro de Rei (Lugo) y Vilagarcía de Arousa (Pontevedra).
Precisamente esta última será objeto de inversiones por valor de 3,2 M€, tal y como la empresa informó el pasado verano. El objeto del desembolso no es otro que modernizar las instalaciones. Así, la firma prevé completar la depuradora de aguas, cuya primera fase estaría ya finalizada, adaptar la planta a la normativa en vigor e introducir modificaciones en la línea de quesos. Cabe recordar que ambos centros fueron objeto de importantes inversiones en 2012, coincidiendo con la clausura de la planta que Capsa explotaba en Villaviciosa (Asturias).