El canal especializado parece gozar de buena salud, pese a la crisis, ofreciendo unos niveles de rentabilidad más que atractivos y con un crecimiento próximos al 10% en el último ejercicio, según fuentes consultadas para la elaboración del presente reportaje. Entre sus principales desventajas, sin embargo, se encuentra el factor estacional. En cualquier caso, son numerosas las fabricantes que mantienen sus divisiones de heladerías, caso de Unilever (‘Ben & Jerry’s’ y ‘Carte d’Or’), Grupo Kalise Menorquina (‘Prestige’), Bornay Desserts (‘La Ibense Bornay’ y ‘Bornay Sunrise & Sunset’), Grupo La Farga (‘Farggi’ y ‘Farga’), Industrias Jijonencas y Aiadhesa, entre otras.
Precisamente, esta última llevó a cabo un split de acciones a mediados de 2010 (de 180 a 360 títulos) con el fin dar entrada a nuevos socios heladeros y, de esta manera, reforzar la distribución en el canal especializado a través de los locales de sus asociados, negocio que absorbe en torno al 20% de su volumen. Mientras, empresas como Kit Cream tienen previsto entrar en este canal con establecimientos propios y franquiciados durante el presente ejercicio, mientras que Penalva y Lledo ya ha dado sus primeros pasos (‘Advantage’) y Manuel Sirvent apostará por potenciar su red de heladerías.
Sin embargo, desde el año pasado, el negocio de las heladerías especializadas en yogur helado (que no helado de yogur) ha experimentado un ‘boom’, al menos en lo referido al número de locales, que podría acabar convirtiéndose en una amenaza para el canal especializado más tradicional. Su apuesta es clara: eliminar el factor estacional y exprimir la imagen saludable del producto. En el primer caso, gracias a que su temperatura de servicio es ligeramente superior a la del helado tradicional y, en el segundo, ya que se vende como un producto compatible con dietas bajas en calorías y, además, funcional. Mientras, mantiene los atractivos de las heladerías tradicionales, como la posibilidad de personalización del producto mediante toppings, básicamente de tres tipos: fruta y frutos secos (potenciando su imagen saludable), salsas y siropes y complementos dulces (trozos de galleta, fideos de chocolate, etc.).
Estos negocios suman a su atractivo, ya desde un punto de vista empresarial, el bajo coste de puesta en marcha y la simplicidad en su gestión (el polvo deshidratado para la elaboración del yogur y los toppings se sirven desde la central, salvo la fruta), por lo que están resultando una opción muy demandada entre aquellos que buscan autoemplearse. En la actualidad, operan en España cerca de una decena de enseñas de heladerías especializadas en yogur helado, si bien las más importantes por número de locales y por proyección son ‘Llaollao’ y ‘Smöoy’, ambas murcianas y surgidas en el seno de la familia Sirvent, así como ‘Danone’. ‘Llaollao’ ha sumado más de una veintena de locales en los primeros meses de 2011 y prevé cerrar el ejercicio con un centenar de establecimientos (en la actualidad, cuenta con más de 30 unidades). ‘Smöoy’, por su lado, dispone de 13 locales y Danone, de ocho unidades.
Por el momento, bien es cierto, las principales empresas del mercado de helados en el canal especializado han reaccionado incluyendo como novedades para el presente año en sus catálogos una o varias referencias de yogur helado, caso de los ejemplos ya copmentados de Aiadhesa, Unilever e Industrias Jijonencas, entre otras.