El grupo Cementos Portland Valderrivas prevé paralizar los hornos de dos de sus ocho plantas que tiene en España y despedir a unos 300 trabajadores, con la aplicación del plan de choque que presentó su nuevo consejero delegado Juan Béjar hace varias semanas. La intención sería cerrar "temporalmente" los hornos y mantener funcionando los molinos de clinker , aunque también podrían paralizarse éstos y quedar sólo como centros de distribución, si el mercado de cemento continuara cayendo.
Aunque la empresa asegura que no ha tomado una decisión sobre los centros afectados, su filial Cementos Lemona y, por otro lado, la operativa del negocio conduciría a que paralizase el quematorio de una de sus dos plantas de Barcelona , situadas en las localidades de Sta. Margarida i els Monjós y Vallarca y explotadas por su filial Uniland Cementera . Además, la cabecera tiene plantas en Alcalá de Guadaira (Sevilla), Morata de Tajuña (Madrid), Hontoria (Palencia) y Olazagutía (Navarra), mientras su filial Cementos Alfa explota otra fábrica en Mataporquera (Santander). Esta reorganización tendría un coste para la compañía de hasta 50 M y supondría, incluyendo la reordenación del grupo, el despido de unos 300 trabajadores de los 3.244 que forman su plantilla .
Por último, el grupo prevé r cortar su deuda (unos 1.500 M) antes del próximo verano, mediante la ya anunciada venta de su filial estadounidense Giant o la entrada de un socio minoritario en su accionariado con una ampliación de capital. De la primera opción tendría previsto obtener unos ingresos netos de unos 350 M, mientras que con la segunda la inyección financiera rondaría los 200 M. En este momento, el grupo constructor FCC , que en todo caso mantendría el control, alcanza el 67,3% de su capital.