Personalización del establecimiento físico
La transformación del punto de venta es evidente y los retailers están esforzándose en ofrecer una imagen donde diseño, funcionalidad y tecnología doten a su establecimiento de la mejor experiencia de compra posible. Según el IAB Spain, la percepción del Digital Signage es, en general, positiva, ya que transmite modernidad e innovación (90%), se percibe como diferente y original (88%), entretenida (85%) y útil (85%). La finalidad de las pantallas digitales es aumentar las ventas. Por ello, las mejores zonas para hacer llegar el mensaje son aquellas ubicaciones donde el comprador pasa más tiempo. La línea de cajas es una de las de mayor impacto porque permite que el cliente se entretenga con aquello que le ofrezca la pantalla mientras aguarda su turno. La publicidad digital, mezclada con contenido de entretenimiento, reduce la sensación de espera un 60%.
“Una de las funciones de la cartelería digital es la de proporcionar información, ya sea de servicio, como meteorología o noticias, o de entretenimiento como redes sociales o canales de televisión. El objetivo en estos casos es el de mejorar la percepción que el cliente tiene del establecimiento y de la atención recibida. También se podría destacar la función de las pantallas interactivas para realizar operaciones como buscar caracterísiticas del producto que los clientes están viendo o rellenar una encuesta de satisfacción. Esto permite al punto de venta recibir opiniones y conocer mejor a sus clientes para poder adaptar su oferta a esas necesidades y gustos”, explica Miguel Ángel Domingo. El digital signage puede reproducir audio y sonido, elementos que mejoran la captación de atención del cliente respecto a un cartel de toda la vida. Según datos de la empresa Smush Digital, entre las ventajas de la implementación de cartelería digital en el punto de venta destacan que el 80% de quienes reciben un impacto desde una pantalla digital recuerdan el mensaje, lo que permite al retailer desarrollar estrategias y contenidos que permitan situarse en el ‘top of mind’ del consumidor. Además, un 70% de los clientes toman la decisión de compra en el punto de venta lo que junto con lo anterior permite influir en sus elecciones.