Entorno de trabajos excepcionales para el desarrollo del ser humano
Ignacio Sánchez Villares, director general de Leroy Merlin España, ha expuesto los principales desafíos de la compañía en su proceso de transformación digital. Según el responsable, “el futuro físico y digital será para las personas o empresas que hagan las cosas extraordinariamente bien”. Por ello, ha descrito el cambio emprendido por Leroy Merlín para sobrevivir y seguir compitiendo en un mercado cuyo “valor ha caído un 30% en los últimos años, mientras se multiplicaba el número de competidores”. Pese a ello, las ventas de Leroy Merlin han crecido un 40% desde 2012, al pasar de 1.454 M€ a 2.047 M€ en 2017, según adelanta.
En esta evolución, la transformación digital emprendida por Leroy Merlin en 2011 está siendo clave. Conceptos tales como omnicanalidad, hiperaccesibilidad e hiperinteligencia son algunos de los principales retos tecnológicos de la compañía. Así, se trabaja en la integración on/off de la compañía, para lograr la misma experiencia de marca en el ámbito físico y en el digital, que añade las emociones e integra la verdadera participación de los clientes. Además, se crean las denominadas “phygital stores”, que consisten en traer al espacio físico las ventajas del ámbito digital.
Igualmente, se persigue facilitar el contacto y la relación con la marca y en responder a las verdaderas demandas de los clientes, algo que permite el big data, tecnología clave para lograr la personalización, pertinencia y disponibilidad de productos para el consumidor, según explica Ignacio Sánchez.
Este proceso de transformación digital ha precisado no sólo de un cambio tecnológico, sino también cultural de toda la organización: “el verdadero problema de las empresas en su proceso de transformación no está relacionado con la tecnología, sino con las personas”.
Así, el directivo aconseja tener en cuenta aspectos como “lograr la verdadera digitalización de las personas, saber atraer y retener el talento, ser capaces de aprender de forma continua e instalar en la organización nuevos organigramas y nuevos estilos de dirección, donde la pasión, el compromiso y el trabajo en equipo primen sobre la presión, el talento o la inteligencia individual. En definitiva, Ignacio Sénchez propone la creación de “ecosistemas de alto rendimiento”, que demuestren que las empresas no tienen límites. “Para competir con éxito hay que crear entornos excepcionales para el desarrollo del ser humano. De esta forma, las disrupciones llegarán solas”, concluye.
Solo así, considera que se podrán lograr “crecimientos exponenciales y sobrevivir”.