La oportunidad es 4.0
En noviembre de 2014, la fábrica de referencia de Campofrío en España, con un volumen de producción de más de 60.000 t y generadora de unas ventas de 300 M€ (el 45% del negocio registrado en el país), sufría un devastador incendio. Un suceso del que la líder europea del mercado de elaborados cárnicos ha salido fortalecida y modernizada, tal y como ha explicado Paulo Soares, director general para el Sur de Europa de Campofrío Food Group.
“La transformación está en nuestro ADN y el incendio presentó una oportunidad para la transformación. Gracias a una gestión exitosa de la crisis, es un case study,que ya se estudia en mucha universidades”, traslada el directivo.
Según ha detallado Soares, la primera decisión de Campofrío, tras el siniestro, fue construir una nueva fábrica en el mismo lugar, Burgos, en la misma área de 100.000 m2 y en un periodo tiempo determinado por el ERTE de dos años al que se vió abocada la totalida de la plantilla, compuesta por 1.000 trabajadores. “Eso sí, una factoría totalmente distinta a la anterior, ya que habían pasado más de 30 años desde la apertura de aquellas. Ya hemos recuperado toda la producción que tuvimos que externalizar en su momento”, asegura Soares.
Entre los avances incorporados en la nueva factoría, destaca una monitorización completa, la redundancia entre todos los elementos productivos y la integración con el MES (Manufacturing Executive System), lo que proporciona visibilidad completa y seguimiento en tiempo real de los procesos”.
La construcción se basó, así, en cuatro principios básicos de diseño: seguridad, tanto alimentaria como de sistemas de trabajo; eficiencia, a través de un programa ‘Lean’; optimización y reducción de la complejidad y tiempos de espera; control total de la calidad y sostenibilidad de las instalaciones; e implantación de nuevos procesos, tecnología punta y logística interna inteligente. “Todo ello bajo el requisito prioritario de la seguridad con mejora en la formación, para lograr accidentes, así como una división de la fábrica en cinco edificios, con los últimos avances en seguridad industrial y el menor número de cables posible”, asegura el director general de Campofrío.
Ese largo proceso que ha dado, finalmente, lugar a una nueva fábrica 4.0, con 1.500 puntos de conectividad OT incluyendo lectores de códigos de barra, controles de puertas y CCTV, 1.000 puntos de conectividad IT (PCs, teléfonos IP, impresoras), 230 puntos de acceso Wifi y conectividad entre PLCs y servidores con aplicaciones industriales. “Estas cifras muestran la magnitud del proyecto desarrollado por Campofrío”.
Soares se ha mostrado también orgulloso de algunos otros logros tecnológicos alcanzados, que van desde “la instalación de un sistema de optimización de recetas en tiempo real, incluyendo formulación diaria de menor coste y optimización del contenido de grasa de los elaborados cárnicos, a la trazabilidad granular a nivel de bandeja de la materia prima con RFIDs gestionando varios almacenes de diferentes proveedores mediante un meta-gestor”.