Las balanzas cumplen con su parte en el proceso de digitalización de la tienda física, caminando hacia la generalización de modelos como equipos con dos pantallas o mejoras de su conectividad.
La digitalización del punto de venta está transformando el papel de las balanzas comerciales, que en supermercados e hipermercados han ido pasando de ser una parte del mobiliario comercial sin apenas entidad a interactuar con el cliente. Cada vez es más habitual ver en la sala de venta -por ejemplo, en los supermercados Sánchez Romero adaptados a su nuevo formato ‘Prémium 360- modelos con doble pantalla, una del lado del comprador y otra del lado del vendedor, con capacidad para emitir mensajes que enganchen con el público de la tienda. En esta línea se mueven buena parte de las demandas de las cadenas distribuidoras y de los lanzamientos de las empresas fabricantes. Uno de ellos ha sido, por ejemplo, la línea ‘FreshWay’ de la multinacional estadounidense Mettler Toledo, una solución con aplicaciones de cartelería digital y pantalla de 12,1”, flexible y personalizable en lo relativo a la distribución de la tienda y al concepto de servicio y apta para integrar en el terminal de venta (‘checkout’). La empresa también ha presentado recientemente la línea ‘Base’, una balanza de mostrador para autoservicio, destinada tanto a supermercados como a comercios independientes, con pantalla de 7” y superficie antiadherente para que sea fácil quitar las etiquetas (“algo importante cuando las balanzas se usan para el autoservicio”, explica la empresa).