Los supermercados introducen cambios en los sistema de pesaje
La dualidad -o complementariedad, según se mire-autoservicio/‘checkout’ ha protagonizado uno de los movimientos del año con la decisión de Mercadona de cambiar el servicio en sus secciones de frutas y verduras y de panadería. La cadena valenciana, dentro de su nuevo modelo de tienda eficiente comenzado a implantar en 2017, ha dejado los equipos de autoservicio en los que hasta ahora el cliente se pesaba el mismo la compra solamente para cumplir una función informativa; el pesaje y etiquetado se realiza ahora en la caja de salida por parte de un empleado. El objetivo de este cambio, según la empresa, es reducir los hurtos y agilizar el recorrido de los clientes, ya que se entiende que los trabajadores de caja pueden hacer esa tarea más rápidamente.
No ha sido la única innovación relevante introducida por una cadena en su sistema de pesado. Con el objetivo de reducir el consumo de bolsas de plástico, uno de los temas de conversación de 2018 en el sector del comercio, Gadisa ha desarrollado un sistema informático que se carga en las balanzas para que sean capaces de ir acumulando los pesos y costes respectivos y, en el momento en el que se finaliza la compra, contar con una única etiqueta que se pega en una única bolsa. “Funciona en el 99% de nuestros establecimientos”, apuntan fuentes de la distribuidora. Con este proyecto, Gadisa se ha adelantado a una demanda recogida cada vez por más consumidores, la de reducir el uso de bolsas de plástico muy ligeras -las propias de la alimentación a granel- aunque no están sujetas a pago de momento (tienen un espesor inferior a 15 micras y se considera que son necesarias por motivos de higiene para actuar como envase de tipo primario para estos productos).