En 2020, la demanda de soluciones antihurto cayó en la medida en que las restricciones a la movilidad impuestas durante la pandemia hizo disminuir la actividad delictual y cuestiones como el aforo o las medidas de higiene pasaron a ser prioridad. No obstante, el sector antihurto encontró en el retail una vía para continuar generando negocio, gracias a que también fue el principal proveedor de sistemas de control de ocupación. Este año, se espera recuperar la senda de crecimiento y los nuevos desarrollos se están apoyando en la innovación tecnológica para mejorar las alternativas de protección.