La tarraconense Cunicarn Alimentacio, con sede en L'Espluga de Francolí, ha decidido abandonar la actividad de sacrificio, despiece y comercialización de carne de conejo, con el objetivo de emprender nuevos negocios "más tecnológicos y en nuevos mercados".
Para ello, ha llegado a un acuerdo para vender su planta de L'Espluga de Francolí y las instalaciones de Celanova (Ourense) a Grupo Hermi y a Vall Companys, respectivamente. En el caso del centro tarraconense, pasará a ser operado por la sociedad Cuniespluga, mientras que la gallega será explotada por Avícola de Galicia (Avigal), filial del grupo Vall Companys en esta región y que tiene como actividad principal el sacrificio y transformación de carne de pollo.
El acuerdo incluye el mantenimiento de la plantilla de ambas plantas -unas 40 personas- y sus condiciones laborales, y las relaciones con los proveedores y clientes de Cunicarn. En este punto, Grupo Hermi y Vall Companys pasarán a ser los nuevos proveedores de carne de conejo de Mercadona, porque, hasta la fecha, Cunicarn era quien suministraba este producto a la cadena valenciana, en su calidad de "interproveedor", figura que ha desaparecido en la nueva política de Mercadona con sus proveedores. No obstante, y según esta nueva política, no es descartable que alguna otra empresa suministre algunas referencias a la valenciana.
Más negocio y diversificación
En el caso de Grupo Hermi, líder del sector de carne de conejo con una producción anual en torno a las 14.000 t, la entrada en Mercadona supone un importante paso para seguir ganando cuota de mercado en el sector, habida cuenta del descenso constante del consumo de esta carne. Por otro lado, la nueva planta se suma a las instalaciones que el grupo cuenta en Cistérniga (Valladolid) -donde se ubica su sede-, Alcalá del Júcar (Albacete) y Bilbao. Este último matadero es explotado por Gestión Cunícola Norte, donde Hermi cuenta con el 58%. Se da la circunstancia de que, a finales de 2017, Hermi cerró los centros que tenía en Sada (Galicia) y Torrijos (Toledo), para adecuar la capacidad a la demanda y corregir ineficiencias. Por último, el grupo vallisoletano tiene también el matadero portugués C.A.C.C.J.J. Ramos, para su negocio en este país. En 2017, el grupo Hermi consolidó una facturación de 64,5 M€, con un crecimiento del 9%.
Por su parte, para Vall Companys la compra del matadero de Celanova supone su entrada en el sector de carne de conejo, pero no en Mercadona, ya que el grupo leridano suministra carne de pollo a la valenciana en diversas áreas geográficas, entre ellas Galicia a través de Avigal. Ahora, con esta nueva actividad, podría ampliar su catálogo para otros clientes, al tratarse de dos productos muy complementarios.
Piensos, genética y nuevos negocios
Fuera de la operación de venta han quedado el resto de los negocios del grupo Cunicarn, principalmente una fábrica de piensos para conejos en Valls (Tarragona), con capacidad para 40.000 t anuales. También tiene un centro de inseminación en Vimbodí (Tarragona) -720.000 dosis de semen- y una granja para proyectos de I+D ("La Volta"), con 2.500 madres reproductoras, en Cerviá de les Garriges (Lleida). En esta granja ha implantado el proyecto experimental 'Star 16,86', que cuenta con el apoyo del IRTA, cuyo objetivo es mejorar la sostenibilidad de las explotaciones cunícolas, incrementando su productividad. Asimismo, la empresa mantiene la marca comercial 'Cunicarn' y su filial portuguesa, Cunicarn Unipessoa.
Por otro lado, la familia propietaria -encabezada por Ramón Calbet Roig-, ya ha manifestado que emprenderá nuevos negocios, "aunque no entrarán en competencia con las empresas que han adquirido las instalaciones".
En 2017, último conocido, Cunicarn había transformado 9,6 M de conejos y obtenido una facturación de 34,52 M€ (+6,1%), con unos beneficios netos de 260.000 €.
Nueva baja en el sector de carne de conejo
El sector de carne de conejo vive en los últimos años una profunda crisis, tanto por el retroceso constante del consumo de esta carne (la demanda doméstica cayó un 15% en 2018, hasta las 45.000 t, según los datos del Ministerio al mes de octubre) como por la falta de viabilidad de las granjas. En este contexto, empresas como Palau i Fills o Cunicultura Villamalea "tiraron la toalla" en los últimos tres años, aunque en el caso de Villamalea, su negocio fue adquirida por la gallega Cogal. Precisamente Cogal, con el abandono de Cunicarn, se reafirma como segunda empresa del sector, tras Hermi, con una facturación de 48 M€. Muy lejos queda la tercera empresa del sector, la navarra Galipienzo, con ventas anuales en torno a los 10 M€.