Los snacks ricos en proteínas no son nuevos, pero la demanda de aperitivos más saludables está animando a las marcas a investigar nuevas fórmulas de incorporación de proteínas en sus productos. Y aunque es habitual encontrar el eslogan comercial “rico en proteínas/proteínas añadidas” en los snacks de carne, los fabricantes deberían plantearse la utilización de fuentes alternativas de proteínas para diversificar su oferta de aperitivos con alto contenido proteico, especialmente para aquellos consumidores que buscan añadir más productos de origen vegetal a su dieta. Por ejemplo, los aperitivos de patata ya lo están haciendo con éxito, al utilizar las proteínas de lactosuero como ingrediente básico, y hacer gala de ello en el envase. Las marcas fabricantes de frutos secos también tienen la opción de publicitar su alto contenido de proteínas vegetales, cosa que pocos productos hacen por ahora. Y pese al rechazo inicial que provocan, también se está estudiando la utilización de insectos como fuente potencial de proteínas en los aperitivos salados.
El valor de la prudencia en la introducción de nuevos sabores
A cualquier consumidor de patatas fritas, frutos secos y snacks salados le gusta probar nuevos sabores de vez en cuando. Sin embargo, hay bastantes consumidores que prefieren probar nuevos sabores similares a los ya existentes, no radicalmente nuevos, lo que indica que las marcas fabricantes no deberían desviarse demasiado de las variedades conocidas. También es importante tener en cuenta que los aperitivos sin sabores añadidos siguen dominando el sector de snacks salados, según GNPD, mientras que los sabores tradicionales con sal, barbacoa, queso y chile siguen manteniendo su popularidad. El queso es un buen exponente de cómo las marcas pueden realizar innovaciones sin estridencias, al tratarse de un ingrediente clásico en el sector de aperitivos salados y patatas fritas, que ha pasado de utilizar la denominación general “con queso” a incorporar denominaciones más concretas, como el camembert, el feta o el Stilton, que aportan un toque de sofisticación.
Descubrir los sabores del mundo
Las redes sociales, el turismo gastronómico y la proliferación de comida callejera están teniendo impacto en el sector de aperitivos salados. Los sabores viajan de un sitio a otro y aparecen nuevas combinaciones de sabor en todas partes. Los fabricantes de snacks salados siguen inspirándose en las tendencias gastronómicas de moda para atraer la curiosidad de los consumidores.
Un claro ejemplo es la mantequilla de miel, un sabor que ha alcanzado gran popularidad en Asia durante los últimos cinco años, pero que no ha terminado de llegar a otros mercados. La división “Oriente/Occidente” existente en cuestión de sabores queda patente en el uso que se hace del aroma a mantequilla en los aperitivos salados. En Europa, y todavía más en el continente americano, la mantequilla suele ser un ingrediente con entidad propia como aromatizante, que se presenta como mucho aderezado con sal o caramelo. Sin embargo, en Asia, el sabor a mantequilla casi siempre se realza con otros ingredientes, ya sean dulces, especiados o salados. La aparición de sabores combinados con mantequilla de miel en el sector de snacks en Europa y Norteamérica indica que la mantequilla todavía puede desempeñar un papel destacado, unida a otros ingredientes más imaginativos.
Cómo atraer a los jóvenes amantes de la gastronomía y las redes sociales
Debido a la amplia variedad de productos existente, cada vez es más difícil satisfacer las necesidades de los consumidores jóvenes, deseosos de encontrar productos que puedan ofrecerles nuevas experiencias. Por eso es necesario adoptar enfoques más creativos e innovadores para colmar las elevadas expectativas de los consumidores jóvenes de hoy en día. Las experiencias multisensoriales y la personalización son dos elementos clave para poder ofrecer vivencias dignas de compartir a los amantes de la gastronomía y las redes sociales, en combinación con campañas de marketing que contribuyan a generar impacto social y maximicen el “efecto de la experiencia compartida”.