La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas considera que el nuevo Parlamento y Comisión que surjan de las Elecciones Europeas del próximo 9 de junio deben reconocer la importancia estratégica del sector e impulsar la competitividad de la industria europea de alimentación y bebidas.
Así, Fiab destaca la necesidad de que las políticas de la nueva legislatura comunitaria protejan y mejoren el Mercado Único, evitando la fragmentación interna de los mercados nacionales, para que se garantice la competitividad y el dinamismo económico. La imposición de impuestos sectoriales y normativas nacionales y regionales afecta la cohesión del mercado, por lo que los legisladores deben asegurar coherencia en la aplicación de nuevas normas en todos los Estados miembros.
“Es imprescindible un plan sectorial estratégico que proteja la unidad de mercado y evite iniciativas legislativas o fiscales nacionales y regionales que limitan la actividad del sector, en ocasiones con las competencias sobre una misma materia tan repartidas entre tantos organismos que es difícil lograr una actuación coordinada”, señala Mauricio García de Quevedo, director general de Fiab.
Asimismo, Fiab considera que se requiere una mejor gobernanza y coordinación por parte de todas las instituciones de la UE. Desde la Federación se señala, por ejemplo, la importancia de contar con un vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea de Alimentación dedicado a evitar concesiones en materia de seguridad alimentaria, objetivos medioambientales, seguridad alimentaria y sostenibilidad económica.
Fiab aboga por que las nuevas leyes europeas tengan base científica y estén sujetas a evaluaciones de impacto y que todos los debates sobre políticas tengan en cuenta las necesidades específicas de las pyme, que representan el 99% del europeo sector de fabricación de alimentos y bebidas, que actualmente está formado por 294.000 empresas y da empleo a 4,6 millones de personas.
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas cree también que es necesaria una agenda comercial y de promoción ambiciosa, el impulso de los acuerdos de libre comercio con terceros países que favorezcan los intereses de las empresas europeas y españolas, una acción coordinada entre los distintos estados miembros de la Unión para evitar diferencias en la aplicación de la normativa y dotar de seguridad jurídica a las empresas en sus exportaciones a Reino Unido tras el Brexit, así como un acuerdo con Estados Unidos para la suspensión definitiva de los aranceles.
Fiab considera que es necesario un entorno político europeo predecible, basado en la ciencia y favorable a la innovación para desbloquear la inversión empresarial en productos sostenibles y nuevos alimentos; dar un acceso más rápido a tecnología como el reciclaje químico, nuevas técnicas genómicas y herramientas digitales; y evitar una fuga de cerebros y finanzas fuera de Europa. Es imprescindible además apostar por el desarrollo de la digitalización como herramienta de información al consumidor de parte de la información obligatoria más compleja.
Por último, Fiab recalca que es imperativo que se produzca una dotación equitativa de fondos europeos, cruciales para la competitividad del sector, ya que se necesitan ayudas para mitigar costes energéticos y de materias primas, además de para proyectos estratégicos que permitan eliminar barreras y promover la innovación en el sector agroalimentario.