La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA) acaba de dar luz verde al pollo cultivado a base de células de Upside Foods, que se convierte en la primera compañía en conseguir la aprobación GRAS (Generally Recognized as Safe), que reconoce sus productos como seguros para el consumo humano en el país norteamericano. En su comunicado, la FDA afirma que "ha completado su primera consulta previa a la comercialización de un alimentos elaborado a partir de células animales cultivadas y no tenemos más preguntas en este momento sobre la conclusión de seguridad de la empresa, que utilizará la tecnología de cultivo de células animales para tomar células vidas de pollos y cultivarlas en un ambiente controlado para hacer alimentos". Este movimiento abre la puerta definitivamente a la nueva era de la carne cultivada.
Como explica Upside Foods, la compañía ahora trabajará con el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (USDA) para asegurar las aprobaciones restantes antes de que su pollo cultivado pueda venderse a los consumidores. "La carne cultivada nunca ha estado más cerca del mercado estadounidense que hoy", ha declarado Uma Valeti, fundadora y directora ejecutiva de Upside, al medio TechCrunch. "Este anuncio histórico de la FDA es el paso fundamental en el proceso regulatorio. A continuación, trabajaremos con el USDA para obtener una subvención de inspección para nuestro Centro de Ingeniería, Producción e Innovación (EPIC) y para aprobar nuestra etiqueta. Una vez se completen estos trámites, podremos comenzar la producción comercial y las ventas de nuestro filete de pollo cultivado".
En su comunicado, la FDA afirma estar "lista para trabajar con empresas adicionales que desarrollen alimentos y procesos de producción de células animales cultivadas para garantizar que sus alimentos sean seguros y legales. Ya estamos involucrados en conversaciones con varias empresas sobre varios tipos de alimentos elaborados a partir de células animales cultivadas, incluidos los alimentos elaborados con células de mariscos. Nuestro objetivo es apoyar la innovación en tecnologías alimentarias manteniendo siempre como prioridad la producción de alimentos seguros".
Este paso fundamental en el próximo desarrollo de la incipiente industria global de la carne cultivada va a motivar ahora que la industria europea incremente su presión sobre el organismo regulador europeo, la EFSA, siempre más conservador y lento en la toma de decisiones que su homólogo estadounidense. En cualquier caso, seguimos enfrentando un sector que tiene que resolver todavía muchos retos antes de llegar al mercado. El nutrido grupo de operadores que pueblan este espacio -sólo en 2021 se lanzaron a nivel global más de 100 nuevas empresas de carne y pescado cultivado, según los datos de The Good Food Institute- continúa despejando su lista de tareas pendientes, donde encontramos asuntos como la seguridad, la validez nutricional y la huella ecológica de esta tecnología, o el avance en la aceptación del consumidor y en la conversación regulatoria con las autoridades alimentarias.
Pero arriba del todo, escrito en rojo, podemos leer "descubrir como reducir el precio de producción y avanzar a escala". Ese es actualmente el gran reto del sector, porque, parafraseando a Christoh Mayr, CEO de la suiza Mirai Foods, la gente puede estar dispuesta a pagar 10.000 € por un riñón de reemplazo, pero no por un trozo de carne del tamaño de un riñón. En este sentido, Uma Valeti ha explicado que “inicialmente, nuestro pollo se venderá a un precio superior, y a medida que escalamos su producción esperamos ir alcanzando la paridad de precios con la carne producida convencionalmente. Nuestro objetivo es, en última instancia, ser más asequible que la carne producida de forma convencional".