Han pasado ya más de tres meses desde que entrara en vigor la ley que obliga a los propietarios de viviendas y locales, en venta o alquiler, a obtener un certificado energético y el mercado está todavía muy verde. No hay más que mirar en cualquier portal inmobiliario para ver que, en la mayoría de los casos, los inmuebles anunciados no especifican su calificación energética porque, simplemente, todavía no la tienen, ni siquiera en aquellos portales que ofrecen el certificado a través de intermediarios a cambio de una comisión.
¿Cuáles son las razones para que los propietarios no cumplan con esta ley? Todavía hoy muchos propietarios no saben bien qué significa este certificado porque no han recibido la información adecuada. Lejos han quedado las campañas publicitarias en las que el gobierno se gastaba el dinero en informar de infinidad de cosas, terminando con la famosa frase “Gobierno de España”. Esta ley obligatoria que afecta a millones de propietarios, sin embargo, no ha gozado de esa publicidad y sigue siendo desconocida para muchos.
Por otro lado, hay propietarios que sí saben que existe la ley pero no conocen sus ventajas; consideran que es un simple "sacacuartos" y tratan de evitar gastarse el dinero.
Además, el régimen sancionador ha sido aprobado, pero todavía no se ha puesto ninguna sanción por incumplir la obligatoriedad de tener el certificado energético. Es más, en muchas comunidades autónomas todavía no existe un cuerpo de inspectores sobre esta materia y ni siquiera los están formando.
En definitiva, una ley que pocos conocen, menos entienden, supone un desembolso económico y cuyo incumplimiento no acarrea ninguna multa, es obvio que pocos se vean animados a cumplirla.
¿Qué futuro le depara a esta nueva ley? La norma está aquí para quedarse y es una exigencia europea que se debe cumplir. Al final, todos los inmuebles tendrán su certificado energético por dos motivos. El primero es que los compradores serán los primeros que lo exijan, al igual que pasa ahora con los electrodomésticos. El otro es que las sanciones terminarán llegando y los propietarios, concienciados o no, se verán obligados a obtener esta certificación para evitarlas. De hecho, ya se están dando casos de comunidades de propietarios que están denunciando a los vecinos morosos cuando ponen en alquiler la vivienda, como medida de presión.