Isolux llega finalmente a la situación de concurso de acreedores, tras no lograr la entrada de un inversor que garantice pudiera poner en funcionamiento el plan deviabilidad presentado por el grupo el pasado mayo. En este sentido, el consejo de administración, ha aprobado solicitar el fallido para el grupo y seis de sus filiales durante la junta de accionistas celebrada el 4 de julio. En concreto, las compañías afectadas son Grupo Isolux Corsán, Corsán-Corviam Construcción, Isolux Ingeniería, GIC Concesiones, Isolux Corsán Servicios, Isolux Corsán Inmobiliaria e Isolux Energy Investments. Además,el consejo, encabezado por Nemesio Fernández-Cuesta, ha presentado su dimisión y cedido la dirección a un nuevo equipo gestor integrado por los administradores valencianos David Pastor, que será el presidente, y David Vilella, que ocupará la vicepresidencia. Ambos son expertos en procesos concursales. Completará el consejo el abogado Enrique Medina, especialista en reestructuraciones empresariales, que representará como vocal a la firmaFuster & Partners. Isolux acumula un pasivo financiero de unos 1.270 M€,de los que 557 M están asociados a la financiación de proyectos, y otros 405 M de deuda con proveedores. Entre sus acreedores destacan los bancos Santander, que sumaría una deuda de 825 M, tras la adquisición del Popular; Bankia, con 465 M; CaixaBank, con unos 444 M, y Sabadell, con 216 M. No obstante, la mayor parte de estos importes ya ha sido convertido en acciones o simplemente dotado por las entidades.
Con el concurso, Isolux se enfrenta ahora a una fase que únicamente puede tener dos desenlanes: un acuerdo con sus acreedores que reflote el negocio y sanee su balance -con el consecuente ajuste de tamaño-, o su liquidación. En este sentido, el consejo liderado por Nemesio Fernández-Cuesta recomendó la separación de las unidades productivasy venderlas con el objetivo de salvaguardar el mayor número de puestos de trabajo. De hecho, Isolux ha firmado con Oak Hill una opción de venta de la división de aparcamientos que ha generado la suficiente caja para garantizar las nóminas de los meses de verano. Además, se garantiza la continuidad de la docena de puestos de trabajo de la división. Mientras, mantiene a la venta las líneas de transmisión eléctrica de Brasil.
Entretanto, ha informado ya a los trabajadores de la preparación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a unos 2.000 operarios, prácticamente la misma cifra de 1.992 trabajadores que suman las compañías ahora en concurso, de los que 1.108 corresponden a las empresas con sede en España. En total, Isolux emplea a 3.884 profesionales, tras el último ERE, aprobado a finales de 2016. El expediente se presentará antes de aquí a septiembre, según han confirmado fuentes de los trabajadores. Isolux Corsán solicita concurso con un patrimonio negativo de 801,9 M€, según sus últimas cuentas correspondientes al ejercicio 2016. En el mismo periodo, el grupo presentaba un fondo de maniobra negativo por valor de 677 M y un resultado consolidado negativo de más de 1.365 M -aunque incluye un resultado neto financiero consolidado de 1.603 M-. A su vez, la sociedad dominante del grupo, Grupo Isolux Corsán, también presentaba un patrimonio neto negativo de 396 M, lo que supone, según el artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital, que se encuentra en causa de disolución. El grupo Isolux Corsán cerró 2016 con una facturación de 758,41 M€, frente a los 2.189,20 M del año anterior.