Históricamente la construcción ha sido un pilar fundamental en el desarrollo de la sociedad. La creación de infraestructuras y edificios ha vivido una constante evolución en la historia de la humanidad. Sin embargo, a pesar de su importancia, el sector de la construcción ha sido notoriamente lento en adoptar el principal cambio que ha sufrido durante este siglo: la revolución digital. Hoy, en un mundo que cambia a un ritmo vertiginoso, se hace evidente que la digitalización es esencial para la supervivencia y prosperidad de esta industria.
Según datos recientes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), el costo ponderado de la construcción aumentó un 12,8% en 2022. Este incremento significativo plantea una seria preocupación en la industria. En respuesta a esta creciente presión financiera, es más necesario que nunca llevar a cabo una apuesta real y efectiva por la digitalización en el sector. Herramientas como los softwares de análisis y control de costes, como billdin, son la solución que el sector necesita.
Después de años rezagadas, cada vez son más las empresas que apuestan por esta transición digital. Tareas como la actualización de datos a tiempo real permiten evitar la duplicidad de trabajo, reducir errores y eliminar sobrecostes. Esto significa que la digitalización no solo es una cuestión de modernización, sino también de eficiencia y rentabilidad.
Uno de los principales beneficios de la digitalización en la construcción es la reducción de sus costes, especialmente útil en un contexto como el actual, donde el sobrecoste de las obras se ha convertido en un quebradero de cabeza durante estos dos últimos años. Al analizar y estudiar los datos en tiempo real, es posible reducir los tiempos de ejecución del proyecto.
En este contexto, abogamos por la optimización del tiempo de trabajo mediante una transición digital integral. Muchos procesos en la construcción se prolongan debido a los pasos excesivos y la falta de coordinación. Al unificar el máximo de aspectos del desarrollo del proyecto en una sola herramienta que se actualiza y controla digitalmente, podemos conseguir una mejora de la eficiencia tan solo alcanzable a través de la digitalización.
Pese a esto, el sector en España todavía se encuentra muy por detrás de sus países vecinos. Según el Informe de Digitalización del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, la construcción está a la cola en este proceso de digitalización. La falta de inversión y colaboración entre empresas se ha convertido en un obstáculo importante para la modernización de la industria.
¿Y cuáles son los principales frenos que se encuentra esta transición? Encontramos dos bien diferenciados. En primer lugar, el amplio coste y el esfuerzo requeridos para implementar estos cambios son significativos, lo que supone una barrera para muchas empresas que no dan el paso hacia la transformación digital no por falta de ganas, sino de oportunidades. En segundo lugar, y en estrecha relación con el primer punto, la escasez de personas con competencias digitales básicas y avanzadas ha impedido que muchas empresas adopten plenamente la tecnología. El principal reto que encuentra la construcción en términos de digitalización no es ir implementando el cambio, sino encontrar la manera de hacerlo posible. Los softwares cuyo trabajo se ejecuta in cloud (en la nube) facilitan la colaboración entre personas, eliminan la duplicidad de datos, no requieren de costosas inversiones económicas, ofrecen datos en tiempo real y permiten un trabajo intuitivo, ágil y eficaz. Permiten abaratar los costes al trabajar sobre una única plataforma facilitando la manera de trabajar de un modo intuitivo, estandarizado y sin la necesidad de especializarse en el campo de la informática o diversificar en múltiples aplicaciones.
Para abordar este desafío, es crucial que las empresas del sector trabajen juntas. La colaboración entre empresas tecnológicas y de construcción es fundamental para crear flujos de trabajo y procesos estandarizados que permitan un control integral y eficiente de los proyectos. Además, es esencial no solo utilizar herramientas digitales, sino también enfocarse en crear un sistema de colaboración eficiente adoptando un entorno de datos comunes que facilite el trabajo a los empleados.
La digitalización también puede desempeñar un papel importante en la reducción del impacto ambiental en la construcción. Esta industria representa el 39% de las emisiones de carbono a nivel mundial, según el World Green Building Council. Al utilizar la digitalización para evaluar el impacto ambiental de los proyectos, las empresas de construcción pueden recopilar datos sobre el consumo de energía y las emisiones de carbono, lo que les permite tomar decisiones más sostenibles y reducir su huella ecológica.
A modo de conclusión, hay que recalcar que, a pesar de los desafíos que enfrenta la industria, la implementación de procesos digitales es esencial para optimizar procesos, controlar costes y reducir el impacto ambiental. La construcción 4.0 es el camino a seguir, y la colaboración entre empresas tecnológicas y la adopción de herramientas digitales son pasos cruciales en esta dirección. La digitalización no es solo una opción; es una necesidad para el sector de la construcción en el siglo XXI.
Sergio Bautista es director de desarrollo de negocio de billdin