Innovación no sólo para diferenciarse, sino para aportar valor
Tras una nueva pausa para cocktail-almuerzo y más networking, Mercedes Hortal, Directora del Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene) en Madrid, abordó algunos casos de éxito en el desarrollo de nuevos envases y en la necesidad de conjugar las soluciones tecnológicas adecuadas con la financiación necesaria para ponerlas en el mercado. La clave no es solo pensar en la innovación como en vía de diferenciación frente a la competencia, sino aportar valor. Y es que de las 1.676 patentes registradas en España en 2017, un 7,4% más que el año anterior, sólo el 60% llegaron al mercado. Para Mercedes Hortal, es importante ser muy específicos en el target al que nos dirigimos y, sobre todo, no ser efectistas ya que resulta casi imposible realizar un packaging apto para todos los perfiles de consumidor. En consecuencia, debemos resolver necesidades concretas y no evitar sorprender a toda costa, porque “a veces la mejor innovación es la que no se ve”. Por otra parte, la directiva señaló dos retos que van a marcar las agendas de todos los agentes implicados: la sostenibilidad y la digitalización, sin perder de vista las necesidades naturales de producto a envasar.
En el caso del mundo digital, puso el foco en el embalaje para venta online, aún con mucho margen de mejora debido a que las empresas que quieren estar en internet no han tenido tiempo para definir una estrategia clara con respecto a su embalaje, lo que les ha llevado a emplear soluciones ineficientes generadoras de grandes volúmenes de desperdicio. En su exposición, Hortal sacó a la luz ejemplos de cómo las innovaciones se cocinan a fuego lento: “hace dos años presentábamos en este foro una botella con nanoarcillas para mejorar sus propiedades mecánicas, técnicas y barrera, y hoy hemos conseguido escalarlo para que acceda al mercado, hasta el punto de que ha sido validado por la FDA y en breve por la EFSA”. En este sentido, señaló que Itene tiene en marcha cuatro start-up, cada una con una idea innovadora en desarrollo, para las que busca socios industriales que permitan escalar esas ideas.
El futuro de los envases para la alimentación pasa por ofrecer alternativas naturales y compostables que respondan a las nuevas demandas del sector: sostenibilidad, seguridad alimentaria y una reducción del desperdicio alimentario, tal y como señaló Philippe Fèvre, CEO de la fabricante de envases de celulosa moldeada PackBenefit (antes conocida como OneWorld Packaging). Estos tres requisitos están marcando el camino a las empresas agroalimentarias y de restauración, así como de todos los eslabones de la cadena de suministro, incluyendo los fabricantes de envase. Los consumidores buscan productos respetuosos con el medio ambiente, una tendencia que está cambiando los hábitos alimentarios y que se extiende a los envases. Sin embargo, buena parte de los alimentos aún están envasados en materiales no sostenibles, lo cual resulta paradójico para Fèvre.
En este escenario, el reto de la circularidad es más sencillo para una compañía como la suya, dado que fabrica unproducto completamente compostable. Pero más allá del reto de la circularidad, existen en opinión de Fèvre otros desafíos importantes como la personalización de los envases, la inmediatez a la hora de implementar los cambios legislativos y el compromiso ineludible con la ética comercial, “algo que te obliga a conocer tu producto perfectamente antes de que se produzca cualquier error”. Por último, subrayó la importancia de ejecutar un proceso de transformación digital para mejorar los márgenes y ser más competitivos en el mercado. Proceso que, además, permite obtener una trazabilidad milimétrica de los productos.