El grupo portugués BA Vidro , titular del 20% en La Seda de Barcelona, ha revelado sus planes de futuro para esta compañía en la junta general de accionistas del grupo químico celebrada el pasado 26 de junio. Meses después de que se produjera la salida de Carlos Moreira da Silva de la presidencia de La Seda y se retirasen sus planes de refinanciación, la última junta ha servido para que BA Vidro y su principal socio en la compañía, la financiera Caixa Geral, hayan hecho valer su 25% conjunto para devolver a Moreira un puesto en el consejo.
El regreso del portugués se ha producido en paralelo a la salida de José Luis Morlanes de la vicepresidencia de la compañía, que era la cabeza más visible de la misma tras la marcha de Moreira de la presidencia hace unos meses. BA Vidro revelado sus planes justo después de que La Seda haya sido declarada en concurso de acreedores, un movimiento que se espera sirva para que los acreedores accedan a otro plan de refinanciación que no sea la conversión de deuda por acciones, la idea que hasta ahora lideraba, con aparente éxito, el fondo inversor Anchorage, propietario de la mayor parte del pasivo de La Seda al suscriber un prestamo sindicado de 235 M€.
Según distintos medios económicos, BA Vidro quiere ampliar de forma unilateral el capital social en 40 M€ con objeto de no diluir su participación. Curiosamente, se trata de la misma oferta que planteó hace unos meses pero que tuvo que retirar a principios de 2013 año ante la negativa de los acreedores a aceptarla. Asimismo, aunque permitiría el cambio deuda por acciones, se establecería un límite de 60,4 M€ de pasivo, de forma que Anchorage no podría detentar más de un 10% de los títulos en un hipotético canje.
El plan de BA Vidro pasa también por la venta selectiva de activos, principalmente ligados al área química de la empresa. Dentro de los mismos, según apuntan los rumores, estaría tanto la planta de El Prat de Llobregat (Barcelona) de granza de PET (todo un símbolo, ya que es el germen del que nació la actual compañía), como el 41% que todavía controla en la sociedad que desarrolla el proyecto de la planta de PTA en Sines (Portugal).