Al menos 27 transacciones, algunas de ellas superpuestas en la misma empresa o grupo, se han materializado a lo largo del pasado 2014 y en los meses transcurridos de este año 2015 en el sector de la restauración organizada. Las compañías y activos traspasados en estas operaciones corporativas sumaban un total de 2.612 establecimientos vinculados tan sólo en España, lo que supone cerca del 25% de la oferta actual de restaurantes, bares y cafeterías integrados en grupos y cadenas en nuestro país. Es decir, según los datos del Censo Alimarket, uno de cada cuatro establecimientos de la restauración organizada en las calles y centros comerciales de España ha asistido en los citados últimos 20 meses a un cambio en la propiedad, total o parcial, de su explotador directo o del grupo franquiciador titular de la enseña. Además, la red comercial implicada en las mencionadas compraventas es sensiblemente mayor, si tenemos en cuenta que entre las sociedades implicadas por cambios accionariales se encuentran otras que cuentan con una parte de su red comercial establecida en el extranjero. Destacan los casos de Áreas -ya 100% de Elior, que adquirió el 38,45% que estaba en manos de Emilio Cuatrecasas, si bien el conocido abogado es ahora accionista del conglomerado galo- y Telepizza, matrices de los dos grupos de restauración españoles verdaderamente internacionalizados, pues suman más de 1.000 locales operativos fuera de nuestras fronteras. Pero también el matiz incumbe a otros, como Comess o Nostrum, aunque sus procesos de expansión en el extranjero son más modestos o incipientes.
En contrapartida, otro par de operaciones ha tenido por objeto compañías en las que la restauración no constituye la actividad principal. Se trata de las incorporaciones al accionario de El Corte Inglés y Osborne de sendos accionistas de origen asiático, el jeque Hamad Jaber Al Thani y el grupo chino Fosun, respectivamente. No obstante, tanto el grupo de distribución como el de bebidas están renovando sus activos en el mercado de restauración. El Corte Inglés ha relanzado sus espacios propios (restaurantes y cafeterías) y fortalecido la oferta de sus centros comerciales con la implantación de marcas y franquicias de terceros. Osborne ha decidido transformar varios de sus 'Cinco Jotas' en establecimientos singulares, como los nuevos 'Quinto Quinta' o 'Taberna Milagritos'.
Toma de posiciones
En definitiva, tras varios años en los que apenas se cerraron operaciones corporativas, los inversores, principalmente financieros, han vuelto a poner sus ojos en la restauración moderna en España. Según la mayoría de los expertos y actores consultados, se trata, por ahora, de una toma de posiciones, una apuesta ante la futura consolidación de la recuperación económica, en un país, de por sí, privilegiado para la industria del ocio, el turismo y, sobre todo, del consumo de alimentación y bebidas fuera del hogar. Pero aunque éste pueda ser el driver fundamental, otros factores están propiciando los movimientos corporativos en el sector de la restauración. Entre los de carácter exógeno, podrían destacarse el incremento de liquidez en el mercado, la mejora de la financiación bancaria, las circunstancias laborales que facilitan la expansión gracias al aumento del número posible de candidatos a franquiciado -ya sea vía autoempleo o mediante el cada vez más extendido emprendimiento- o las posibilidades de desarrollo fruto de la mayor disponibilidad de locales comerciales a precios razonables.
En lo que concierne a las propias del sector, la motivación intrínseca más repetida para el clima de transacciones se resume en las consabidas ventajas competitivas -mayor poder de compra, generación de sinergias, economías de escala, mejoras de productividad, etc- derivadas del incremento de tamaño en un mercado todavía muy atomizado, en el que aún compiten muchas cadenas pequeñas y una multitud de establecimientos independientes. No en vano, el de la restauración organizada es un sector que basa su éxito en el crecimiento, con la apertura de locales y la creación de nuevas cadenas, pero, sobre todo, con la incorporación de conceptos innovadores, pequeños aún o lastrados por la crisis, pero definidos, homogéneos y replicables, en un mercado que se está decantando claramente hacia el modelo de franquicia y donde en muchas ocasiones es más rentable la adquisición de una marca que el desarrollo propio de una enseña.
De hecho, los grupos y cadenas no han dejado de innovar y aumentar su cuota sobre el conjunto de la restauración durante la crisis, pues la restauración organizada incluso ha pasado a tomar un papel aún más protagonista en el universo retail, hasta erigirse en principal dinamizador y motor tanto de los centros como de las calles y zonas comerciales. Sin embargo, al mismo tiempo, como consecuencia de la caída del consumo y de la guerra de precios, en estos años un buen número de operadores han sufrido un estrechamiento de márgenes y acumulado o mantenido una deuda excesiva, de modo que han considerado abrir su capital a la entrada de nuevos inversores que les permitan dotarse de recursos para cancelar o refinanciar sus empréstitos y también relanzar el desarrollo de sus conceptos.
Impulso financiero
Precisamente, dos de las principales operaciones corporativas firmadas en estos últimos meses han formado parte de sendos procesos de refinanciación. Telepizza redujo su deuda desde los 485 M€ hasta los 285 M€, al tiempo que incorporaba a su accionariado al fondo de inversión estadounidense Kohlberg Kravis Roberts – KKR (36%) y otros acreedores (13%), manteniendo el 51% los antiguos socios de la cadena de pizzerías, Permira y la familia Ballvé, mediante la sociedad Telefood. El destino del respaldo financiero y accionarial obtenido es servir para relanzar Telepizza, remodelando su red de tiendas (ya ha puesto en marcha los primeros locales con el nuevo diseño) en España y reforzando su expansión internacional, tanto en Latinoamérica como en Centroeuropa. Mientras, la mexicana Alsea adquirió el 71,76% que el fondo CVC Capital Partners suscribía en el capital de Grupo Zena, en una transacción que valoró el grupo multimarca ('Foster's Hollywood', 'Domino's Pizza', 'Cañas y Tapas', 'La Vaca Argentina', etc) en unos 260 M€, incluyendo una deuda de 115 M, que también fue refinanciada como parte de la operación. El afán de diversificación y expansión geográfica del grupo industrial Alsea se impuso a las propuestas presentadas por otros grupos, ganando una carrera muy similar a la protagonizada en 2011 por el conglomerado polaco AmRest, cuando adquirió el 76,3% de Restauravia (La Tagliatella y Kenchic-KFC) al fondo de inversiones Corpfin Capital. AmRest completó la adquisición del 100% de Restauravia en junio de 2013, con la compra del 23,7% de participación que suscribían directivos de la compañía, encabezados por Steven K. Winegar y Malena Pato-Castell que, no obstante, se mantiene al frente de la filial española y, además, fue nombrada en octubre de 2014 presidente de división, sumando también la responsabilidad sobre los mercados de Alemania y Francia. Mientras, el 28,23% restante de Zena se mantiene en manos de la inversora española Alia Capital Partners, si bien Alsea podría tener opción de alcanzar el 100% del accionariado en un plazo de cuatro años desde la firma de la operación de compra.
Las operaciones de AmRest-Restauravia y Alsea-Zena se resolvieron con la sustitución del capital riesgo por sendas compañías industriales con amplia experiencia en la gestión de portfolios multimarca y grandes redes de establecimientos, tanto como propietarios y franquiciadores de enseñas como en calidad de licenciados maestros y eventualmente subfranquiciadores de grandes marcas internacionales. Ambas transacciones, además, han sido calificadas por varios expertos como “éxóticas”, no sólo por el origen de los compradores, ajenos a los grandes polos de Estados Unidos y Europa Occidental, sino por la circunstancia de que AmRest y Alsea terminaran adquiriendo unos grupos que habían sido puestos en el mercado con suficiente antelación y parecían abocados a su compra por inversores financieros, fondos o capital riesgo. De hecho, las mismas fuentes argumentan que ese private equity es el primero que llega a un mercado o sector para tomar posiciones cuando se inicia el cambio de ciclo, y que la “subasta” por Restauravia o Zena hubiera tenido otro resultado de realizarse hace unos pocos meses, cuando la recuperación casi acaba de iniciarse, pero se considera ya segura. En este sentido, según diversas fuentes, por Zena pujaron en la fase final la envasadora de 'Coca-Cola' Cobega y Cever, otro grupo mexicano diversificado que no habría renunciado a invertir en el sector de la hostelería en España. Pero, con anterioridad, la operación ya había sido estudiada por la inversora Lion Capital, aliada con el grupo Agrolimen, propietario de Eat Out, que habría presentado una oferta consistente en adquirir y consolidar ambos grupos españoles de restauración. Coincidentemente, Lion ya había renunciado en 2010 a la compra de la propia Restauravia, aduciendo entonces “el incremento del ratio de riesgo-país de España, en un momento en el que está captando nuevos fondos internacionales”.
La hora del private equity
Al margen de la entrada de Alsea en Zena, lo cierto es que, ahora sí, los inversores financieros han vuelto a situarse como protagonistas de esta primera etapa del nuevo ciclo de recuperación, cuando “han podido adquirir buenas empresas y cadenas a precios que han considerado razonables”, pues “los años de crisis han afectado a todos, incluso a los mejores”. El capital riesgo ha apostado por conceptos “atractivos, diferenciados y escalables que, con un equilibrio coste-calidad, permiten un rápido crecimiento”. Y los vendedores han entendido la necesidad de traspasar o inyectar recursos en sus conceptos, de modo que estos puedan ser impulsados o reformulados para no quedar obsoletos y estén en disposición de alinearse con las tendencias del mercado y el consumidor post-crisis, que ya no se conforma con precios competitivos sino que ahora exige disfrutar una “experiencia”, calidad en el servicio, productos más saludables, innovación permanente, incorporación de nuevas tecnologías, etc. Asimismo, el private equity se postula como sumamente eficaz en la optimización de compañías que basan su expansión en el modelo de franquicia y para la profesionalización de empresas familiares y medianas.
El resultado del nuevo “análisis fundamental” del sector ha terminado por convencer tanto a inversores neófitos como a otros veteranos de la restauración. La firma de capital riesgo Springwater Capital acaba de debutar en los fogones con la compra del 100% de la cadena de american diner Peggy Sue's, “con el objetivo de fortalecer la estructura de la compañía, convertirla en un referente de la restauración organizada en España y exportar el concepto y marca a otros países”. De hecho, la trayectoria de Peggy Sue's, desde su nacimiento en 2006 como un proyecto personal de José Manuel Muñiz Mergelina (si bien, ahora tenía el 50%, suscribiendo el otro 50% Sonia Pera Barth) hasta su recentísima venta al citado fondo liderado por Martin Gruschka, podría resultar paradigmática. Así lo explicaba ya el fundador de la cadena en su ponencia del I Encuentro Alimarket Restauración Organizada, centrada en la dificultad de innovar, sobre todo para empresas de pequeño tamaño, pues consideraba que "tener éxito sin tener tamaño ni dinero es tan peligroso como no tener éxito". Muñiz creó desde cero un concepto que no existía en España, hasta alcanzar un total de 37 restaurantes 'Peggy Sue's' operativos. Pero, desde muy pronto, su cadena debió enfrentarse al surgimiento de competidores que incorporaron modelos parecidos. El más potente es, sin duda, Tommy Mels, un concepto de diner puesto en marcha por los socios del grupo hostelero De Lope ('Emyfa') que, actualmente, ya dispone de 39 locales operativos, 29 de ellos en régimen de franquicia.
Otro caso ejemplar para entender el actual clima de transacciones puede proporcionarlo la ya referida Corpfin, que permaneció en la Tagliatella de 2006 a 2011, y hace unos meses regresó al sector con la compra de Rosendo Milá, matriz de la cadena El Fornet, muy bien posicionada en el mercado barcelonés del pujante segmento de cafeterías con panadería. Se trata, por lo tanto, de una compañía muy local que, además, hasta ahora sólo había crecido mediante la apertura de locales en propiedad, sin abordar aún el desarrollo a través de la concesión de franquicias. De hecho, la de El Fornet sería sólo la primera de las compras de Corpfin, pues la propia inversora se identifica como especialista en operaciones de buy & build, para crear grupos líderes integrando varias empresas pertenecientes a un determinado sector.
Creación de plataformas
La estrategia encaminada a la creación de estructuras multimarca ya ha guiado otras dos de las principales operaciones, que han sido protagonizadas por sendos fondos de capital riesgo, de nuevo uno experimentado y otro novato, en compañía de reconocidos profesionales del sector. Uno de los inversores es Nazca Capital, que también tuvo ya un papel relevante en el sector de la restauración moderna en la anterior etapa de operaciones corporativas, previa a la crisis. Así, de 2003 a 2005 participó en la cadena de sandwicherías Rodilla y de 2005 a 2007 en la de tabernas Lizarrán. Ahora, ha participado en la puesta en marcha de la plataforma FoodBox para el desarrollo de una potente red de establecimientos que no sólo cubran diversos segmentos del mercado, con distintos públicos objetivos, sino que también ofrezca distintas enseñas y formatos a los diferentes perfiles de candidatos a franquiciado. Nazca controla un 90% del capital y el 10% restante está en manos de Carlos Pérez Tenorio (presidente y antes director general de Restalia), Augusto Méndez de Lugo (CEO y ex-director de desarrollo y operaciones en la división mediterránea de Burger King) y Raimundo Jiménez (que, entre otros cargos, fue director financiero de la propia Burger King o Menaje del Hogar). La nueva plataforma nació con la adquisición de dos cadenas con proyección en sendos segmentos, el de tabernas y panaderías con degustación que, a la postre, concentran el mayor número de aperturas en la restauración organizada en España. Así, FoodBox se hizo con el 100% de Taberna del Volapié y también adquirió los bakery coffee del fabricante de masas congeladas Europastry ('Santa Gloria', 'Moli Vell' y 'L'Obrador'), que argumentó la desinversión en que “esta división retail nos hacía entrar en algunos casos en competencia con nuestros clientes, una situación que queremos evitar a toda costa”. Posteriormente, FoodBox incorporó una tercera marca a su catálogo, Papizza, incluida en el incipiente pero asimismo prometedor nicho de pizzas al corte. La enseña, de hecho, ya había atraído la atención de otro conocido empresario del sector, Jorge Lurueña (Lurca, Montalur), que había constituido una joint venture con el fundador de Papizza, Paolo Maglia, para intentar llevar a buen término el desarrollo de este novedoso concepto.
Por su parte, HIG Capital debutó en el sector de la restauración organizada tomando una participación mayoritaria de forma simultánea en Café y Té y Panaria, operación que supuso crear el mayor grupo multimarca de cafeterías. Café y Té era propiedad de Gustavo Ron (53%) y la inversora 3I (47%), mientras que Panaria estaba controlada (70%) por su fundador, Antonio Pérez Jiménez, que pasó a detentar una participación minoritaria en el nuevo grupo y a ocupar el cargo de consejero delegado en el conglomerado resultante. El propio Pérez había impulsado la búsqueda de un “socio que sustituyese al compañero con el que empecé el negocio [el family office del industrial cárnico Francisco Martínez] y me proporcionara el músculo financiero para llevar a cabo operaciones de mayor envergadura que nos situase a la cabeza del sector”. De hecho, con anterioridad a la firma del acuerdo con HIG, Panaria ya había comprado la cadena Charlotte Café, especializada en cafeterías-coctelerías, y consolidado el 100% de su filial en Canarias, adquiriendo el 32% precisamente a la antes citada Europastry que, de este modo, renunciaba a su diversificación directa en el sector de la restauración, para centrarse en su labor de proveedor.
En cambio, otra industria, la cervecera Damm, ha elevado al 100% su participación en Rodilla, donde desembarcó en 2006, adquiriendo el 24% que no controlaba a la familia fundadora de la cadena. Damm ya había colocado al frente de Rodilla a María Carceller, miembro de la familia propietaria del conglomerado catalán, que ha pilotado un proceso de reajuste, modernización y relanzamiento de la marca madrileña de sandwicherías. Además, Damm mantiene un 50% de participación en la cadena de tabernas Dehesa Santa María, integrada en The Eat Out Group.
No sólo cadenas, también franquicias
Otra de las tendencias de este nuevo tiempo de operaciones corporativas es el desarrollo de grupos especializados en la gestión de establecimientos franquiciados con marcas de terceros y el interés suscitado por algunos de éstos entre los inversores financieros. Para ello ha sido fundamental la decisión de Burger King de nombrar tres socios preferentes que se encargarán del futuro desarrollo de la cadena de hamburgueserías en España. El mayor de ellos, Quick Meals, ha protagonizado varias operaciones de compra a otros franquiciados, como Grupo Fuster, Exfran o Alabama Food. El segundo, Megafood, que ya contaba con el apoyo de GED Iberian, ha incrementado su fortaleza financiera con la entrada de Diana Capital en su accionariado, en el ámbito de una ampliación de capital a la que también acudieron el resto de socios, incluido “el equipo directivo capitaneado por Martín Aleñar ”, que mantiene el control y la gestión. El tercer socio de Burger King, Grupo Kam, ha optado por la firma de un acuerdo con el fondo Santander Advance, que ha invertido 6 M€ vía deuda para proporcionar a la compañía la financiación necesaria para “continuar el proceso de expansión de la compañía en los próximos años, con la apertura y adquisición de nuevos restaurantes”.
Home Meal Replacement, gestora de la cadena de comida para llevar Nostrum, también eligió una vía alternativa de financiación para intentar “convertir la cadena en operador de referencia en el mercado europeo”, si bien, en este caso, sí se ha traducido en un cambio parcial de la titularidad de sus acciones. Así, tras ceder un porcentaje al grupo Expafruit, comenzó a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), captando un total de 102 socios inversores que asumieron un 24,6% de su capital. No obstante, Nostrum se mantiene controlada por su fundador, Quirze Salomó, y la familia andorrana Cerqueda, con un 35%, cada uno.
Operaciones alternativas
Pero no sólo se han experimentado nuevas formas de financiación. En los últimos meses, otros grupos también han explorado otras fórmulas, al margen de la pura adquisición o fusión, para la integración de diversas enseñas bajo una misma gestión compartida, lo que, en definitiva, se traduce en otra suerte de concentración del portfolio de enseñas que operan en el sector. Beer & Food no sólo ha registrado varias marcas para su expansión en franquicia ('Vía Birra', 'La Clueca', 'La Chelinda'), sino que también ha asumido la expansión de otras enseñas de terceros, como son 'Varadero Taberna Marinera', 'Indalo Tapas' y 'Flunch Café'. El grupo, que mantiene la división de cesión de marcas ('Guinnes', 'Gambrinus', 'Cruz Blanca', etc), también llegó a un acuerdo para desarrollar la cadena 'Taberna del Volapié', e incluso adquirió un porcentaje de Volapié Franchise, si bien esta vinculación quedó cancelada con la venta de la enseña de gastrotabernas a FoodBox. En cambio, la filial de la cervecera Heineken -que, precisamente, en calidad de proveedor, situó también situó a su presidente en España en el consejo de Restalia-, sí mantiene vigente un contrato para el desarrollo de 'Flunch Café' en España, a pesar de que los derechos de esta marca en nuestro país -junto con los de 'Flunch' y 'Salad & Co'- fueron vendidos por Ágapes, subsidiaria del conglomerado de distribución galo Auchan, al grupo de consultoría y estrategia empresarial GMBA.
Con una fórmula similar, Edo Gestión de Franquicias, impulsora de la cadena La Jamboteca, ha compatibilizado la compra de dos enseñas ya operativas -Patatín Patatán y Bocados Redondos La Tortillita- con la firma de sendos acuerdos para asumir el desarrollo de otras dos pequeñas cadenas -The Kebab Factory y Brusters-, que “se beneficiarán de la optimización de estructuras y compras comunes, así como de la capacidad conjunta para localizar ubicaciones y captar nuevos franquiciados”. Mientras, la canadiense Yogen Früz, que se expande en España mediante Moonbi Spain, y la cadena de pizza al corte Pizza al Cuadrado, han rubricado un acuerdo de cobranding para ubicaciones premium, cuya primera unidad se sitúa en la céntrica calle Carretas de Madrid. Según sus protagonistas, la alianza ha sido posible porque “las cadenas comparten filosofía de trabajo y productos innovadores que se venden al peso”, además de tener ambas a Illy como proveedor de café.
A pesar de estas variaciones, en el sector se prevé que el clima de transacciones, adquisiciones y fusiones en sentido estricto, se mantenga especialmente activo al menos durante este año y a lo largo de 2016. Un recorrido que, según los expertos, dependerá, en cualquier caso, de que “los precios de las compañías no suban demasiado, de modo que la inversión se vea compensada con la optimización de las nuevas estructuras”. Los mismos entendidos apuntan que “las valoraciones seguirán siendo especialmente atractivas en los próximos doce meces” y que después, con la consolidación de la mejora del consumo, “el crecimiento y la expansión de multiplicadores encarecerán demasiado las compras”. Como no podía ser de otro modo, la lista de transacciones seguirá nutriéndose principalmente con operaciones “nuevas”, como la más reciente de Springwater-Peggy Sue's, si bien también podría hacerse una nómina de otras “esperadas” o“previstas”, e incluso“descontadas”, por el sector. Una de ellas es la reconfiguración del accionariado de Comess (Lizarrán), una compañía que, precisamente, habría estado sobre la mesa de Springwater, pero todavía está a la espera de materializar la incorporación de un socio financiero que le permita estabilizar su situación económica (básicamente, la devolución de un crédito sindicado por 23,5 M€) y sustentar su actual proceso de expansión. Como preparación o paso intermedio, Manuel Robledo, presidente de Comess, asumió el control del 84,7% del capital del grupo, tras hacerse con el 35% de la familia Irisarri y el 15% que permanecía en manos del grupo encabezado por Fernando Llantada Aguinaga y de antiguos accionistas de Inveralia (Rafael Calvo González-Gallarza). Fuera de este paquete sólo se mantiene el 15,3% suscrito por MCH Private Equity, que entró en 2000 en la histórica Restmon, origen de Comess, y desde mediados de 2011 también participa en el capital de Europastry.
Ciclo de inversión
No en vano, los fondos desembarcan con un horizonte de permanencia (tres o cinco años, habitualmente), para incrementar el valor de la compañía en ese tiempo y después maximizar los retornos obtenidos en el momento de la desinversión. La llegada y duración de la crisis trastocó y retrasó la mayoría de estos planes y es ahora cuando en el sector se espera que la desinversión de varias de las posiciones tomadas por el private equity durante el anterior ciclo de inversión. Entre otras operaciones, Goldman Sachs se hizo con un 30% del capital de Grupo Vips (2006), Ahorro Corporación tomó el 34% de NRSur-Negocios de Restauración del Sur (2010) y Mercapital (actualmente N+1) y Corporación Financiera Alba suscribieron entre 2009 y 2010 el 55% y 26,7% de Berlys Corporación que, actualmente, está desarrollando un ambicioso plan de expansión en franquicia con su enseña de bakery coffee 'Bertiz'. En diversos medios también se ha especulado con el próximo retorno de Telepizza al parqué, momento que sería aprovechado por Permira para vender su porcentaje de la cadena de pizzerías, en la que entró en 2006 y donde, tras los citados cambios accionariales, mantendría alrededor de un tercio del capital. Igualmente, distintas voces acreditadas sugieren que Agrolimen, propietaria de Eat Out, moverá ficha a medio o corto plazo. De momento, lo único seguro es que el grupo de las cadenas Pans & Company, Ribs y Dehesa Santa María, entre otras, fichó en febrero pasado al experimentado directivo Sergio Rivas para “desarrollar un ambicioso plan extratégico y de expansión, basado en unas operaciones excelentes, un crecimiento sólido y rentable y la innovación y la calidad como ejes del mismo”. Un reto que se ha traducido ya en una profunda renovación del cuadro directivo de Eat Out y la reformulación de 'Pans', su enseña bandera, y motivó que Rivas incluso renunciara al proyecto de FoodBox, en el que inicialmente iba a participar junto a los tres directivos antes mencionados.
Sea de uno y otro modo, el clima de transacciones continuará marcando durante meses la actualidad del sector de la restauración organizada en España. Por ello, como no podía ser de otro modo, las operaciones corporativas serán unos de los temas fundamentales para el análisis y el debate durante el III Encuentro Alimarket Restauración Organizada, convocado para el próximo 19 de noviembre, en el hotel Meliá Avenida América, de Madrid. De hecho, en esta tercera edición participarán como ponentes primeros espadas representantes de grupos líderes protagonistas en algunas de las principales transacciones materializadas en el sector de la restauración moderna en España. Así, los asistentes podrán escuchar las intervenciones del citado Carlos Pérez Tenorio, presidente de FoodBox; Fernando Frauca, director general Europa y director general de estrategia de marketing de Telepizza; y Fabián Gosselin, director general internacional de Alsea y próximo presidente de su filial española, Zena.
Asimismo, el Encuentro contará con las presentaciones de Octavio Llamas, presidente de Autogrill Iberia; Daniel Camós, director general de Grup Andilana, Felipe Arancibia, director franchise business development EMEA de Costa Coffee; Jordi Vidal, cofundador y director general de Udon; y Jacobo Uriarte, director de expansión y desarrollo de Berlys, todos ellos máximos dirigentes de compañías punteras e innovadoras en sus respectivos segmentos del mercado hostelero. Por su parte, César Parra, managing director de BDO Advisory, Enrique Benayas, director general de ICEMD, y Vicente Montesinos, director sur de Europa de NPD Group, compartirán su visión de la situación y perspectivas del sector desde una perspectiva experta del corporate finance, la digitalización y el análisis de mercado, respectivamente.