Que el proceso de digitalización del sector sanitario es imparable no puede discutirlo nadie a estas alturas, de ahí que imparable sea también el crecimiento del volumen de datos que se generan en Hospitales y centros de Atención Primaria. Estos datos sobre pacientes, de tipo médico y administrativo, se acumulan y organizan para incidir en la mejora de los cuidados y los tratamientos y facilitar el trabajo de los facultativos. Al evaluar los datos acumulados de diagnóstico, los responsables pueden adquirir conocimientos sobre la prevención y el desarrollo de las enfermedades que hasta entonces habían pasado inadvertidos y así generar una terapia personalizada y adaptada a cada caso particular que multiplique la eficacia de los procedimientos tradicionales. Por otro lado, el análisis de los datos administrativos puede, a su vez, conducir a la optimización de procesos y la reducción de gastos.
El mundo sanitario es un generador diario de ingentes cantidades de información. En cualquiera de nuestros sistemas regionales de salud se generan a diario millones de datos que han sido almacenados durante años evaluando y analizando solo una parte superficial de la información que se encuentra oculta en la interrelación entre ellos, debido en parte a la falta de tecnología adecuada.
Los datos médicos de los pacientes se recopilan diariamente en un centro sanitario a través de distintas aplicaciones informáticas que referencian diversos sistemas de información, desde el diagnóstico hasta el historial de los episodios de una enfermedad y los datos sobre el curso del tratamiento y su evolución. Los formatos de este almacenamiento pueden ser múltiples, desde el lenguaje natural de los informes de alta hasta datos numéricos de constantes extraídos con aparatos y sensores electro médicos. Para esta heterogeneidad de la información se han implantado los llamados ‘data lake’, que son capaces de gestionar información de distintos formatos y procedencias, teniendo además una capacidad de expansión en almacenamiento no vista hasta el momento.
Los responsables no sólo pueden analizar los datos médicos, sino que también se pueden evaluar los datos administrativos para optimizar los procesos de trabajo internos. Los datos para el análisis se recopilan de varias fuentes en los sistemas de información sanitarios. Las aplicaciones de Big Data permiten una evaluación previa y la realización de extensos informes sobre los datos de la organización sanitaria. El sistema consta, habitualmente, de bases de datos no relacionales y herramientas para análisis, informes y gestión. Dado que el sistema estructura los datos, los centros siempre tienen una visión general de sus flujos.
Esta enorme cantidad de datos de diversas procedencias y fuentes confluyen en los centros adscritos a las organizaciones sanitarias. En este sentido, se pueden establecer vínculos y relacionar datos obtenidos de una amplia variedad de áreas. Se pueden utilizar, por ejemplo, datos de aplicaciones de terceros y datos no estructurados. Además, los usuarios pueden vincular datos históricos con datos obtenidos en tiempo real. La explotación de datos administrativos usando aplicaciones de Big Data ofrece a los centros sanitarios una infraestructura tecnológica que crea un acceso central e independiente de la fuente a la información administrativa.