Primera alegación made in Spain
El sistema europeo para la concesión de alegaciones de salud ha tenido un efecto paralizante en la industria alimentaria. Frente a la sensación de barra libre anterior a su entrada en vigor, ya hay muchas voces en la industria que se quejan de la superregulación que se vive actualmente. Un proceso lento y farragoso, que se encuentra con la complicación añadida de cómo comunicar los beneficios para la salud de los componentes funcionales de una manera breve y que pueda entender un público no especializado.
En todo caso, la puerta para conseguir novel foods no está cerrada. Baste el ejemplo de Bioibérica, que obtenía a finales del pasado año la aprobación de la Comisión Europea para su extracto de cresta de gallo como ingrediente alimentario, para su incorporación a productos lácteos de consumo diario. Así, la compañía mantiene negociaciones con compañías lácteas para la incorporación de “Mobilee”, bajo la alegación de que es un ingrediente beneficioso para preservar la salud de las articulaciones. Bioibérica calcula que en Europa hay más de 15 M de personas de entre 40 y 65 años de edad que sufren dolores articulares, mientras que en EE.UU la cifra asciende a 19 M.
Ya en 2014, la EFSA daba el visto bueno al uso de oligofructosa extraída de la achicoria para rebajar los niveles de glucosa en sangre. Se trata de una alegación solicitada por Beneo, Cosucar y Sensus, que proponen la sustitución de parte de los azúcares en los alimentos por esta fibra prebiótica: una sustitución de sólo el 20% de los azúcares produce un descenso significativo. Ya en solitario, Beneo ha presentado una serie de productos enfocados al desayuno: una bebida de arroz fermentado con sabor a fresa, libre de lactosa y colesterol; una leche de arroz con sabor a vainilla que contiene nutriz, una alternativa propia para la leche; y una bebida para el desayuno enriquecida con fibra que combina Orafti oligofructosa, una fibra prebiótica con Palatinose.