La industria de los ingredientes (aditivos, ingredientes funcionales y enzimas y microorganismos) juega un papel primordial en el desarrollo de la alimentación saludable. Y lo está haciendo desde una triple perspectiva. Por un lado, desarrollando procesos y sustitutivos que permitan la producción de alimentos más saludables, en el sentido de un menor contenido en sal, grasas y calorías. Otra de las áreas de trabajo es la consecución de la etiqueta limpia, que permita incluir que los aditivos e ingredientes son de origen natural. El tercer vector es el desarrollo de nuevos ingredientes funcionales.
Primera alegación made in Spain
El sistema europeo para la concesión de alegaciones de salud ha tenido un efecto paralizante en la industria alimentaria. Frente a la sensación de barra libre anterior a su entrada en vigor, ya hay muchas voces en la industria que se quejan de la superregulación que se vive actualmente. Un proceso lento y farragoso, que se encuentra con la complicación añadida de cómo comunicar los beneficios para la salud de los componentes funcionales de una manera breve y que pueda entender un público no especializado.
En todo caso, la puerta para conseguir novel foods no está cerrada. Baste el ejemplo de Bioibérica, que obtenía a finales del pasado año la aprobación de la Comisión Europea para su extracto de cresta de gallo como ingrediente alimentario, para su incorporación a productos lácteos de consumo diario. Así, la compañía mantiene negociaciones con compañías lácteas para la incorporación de “Mobilee”, bajo la alegación de que es un ingrediente beneficioso para preservar la salud de las articulaciones. Bioibérica calcula que en Europa hay más de 15 M de personas de entre 40 y 65 años de edad que sufren dolores articulares, mientras que en EE.UU la cifra asciende a 19 M.
Ya en 2014, la EFSA daba el visto bueno al uso de oligofructosa extraída de la achicoria para rebajar los niveles de glucosa en sangre. Se trata de una alegación solicitada por Beneo, Cosucar y Sensus, que proponen la sustitución de parte de los azúcares en los alimentos por esta fibra prebiótica: una sustitución de sólo el 20% de los azúcares produce un descenso significativo. Ya en solitario, Beneo ha presentado una serie de productos enfocados al desayuno: una bebida de arroz fermentado con sabor a fresa, libre de lactosa y colesterol; una leche de arroz con sabor a vainilla que contiene nutriz, una alternativa propia para la leche; y una bebida para el desayuno enriquecida con fibra que combina Orafti oligofructosa, una fibra prebiótica con Palatinose.
Servicio integral
La principal transformación que ha sufrido la industria de ingredientes en los últimos años tiene que ver con su propia definición. Las principales compañías han buscado superar el estatus de suministradores de un producto para convertirse en proveedores de servicio de valor añadido, como el desarrollo de nuevos productos o la prestación de servicios nutricionales. En este sentido, la italiana Gisuto Faravelli (presente en España desde 2012) ha dado un paso más, y ha decidido ofertar servicios de consultoría para la entrada en el mercado chino. A través de su servicio Faraway ofrece desde estudios de mercado a colaboración para elegir un partner local y ayuda para establecer las redes comerciales y logísticas.
Desde CHR Hansen proponen un camino inverso, dar a los fabricantes españoles la posibilidad de internacionalizar su catálogo con formulaciones de productos de otros países. Así, a finales de 2013 presentaron las gamas de cultivos ‘YoFlex’ para yogur griego y ‘nutrish SoGreek’ para yogur fortificado y desuerado; se trata en ambos casos de productos elaborados en Grecia, que permiten a productores locales sumarse a una de las tendencias mayoritarias a nivel mundial. En quesos, la empresa ha lanzado recientemente cultivos para la fabricación de tipo provolone y la especialidad turca kashkaval.
Hacia la internacionalización
Al igual que sucede en el conjunto de la industria alimentaria, los fabricantes de ingredientes están haciendo un esfuerzo por internacionalizarse, buscando mercados en desarrollo que puedan aportar crecimiento ante la atonía que reina en España y otros países desarrollados. Por ejemplo, Biosearch ha aumentado sus ventas de omega 3 fuera de España un 15%, cifra que si bien no ha paliado por completo el descenso de este mercado en España, sí ha amortiguado sus efectos. La crisis ha supuesto un descenso importante de referencias que aún tenía vida comercial, pero que han padecido el down trading de los consumidores, que han optado por volver a las opciones estándar abandonando funcionales y enriquecidos.
Buena muestra del enfoque internacionalizador de la industria de ingredientes es la trayectoria de Carinsa. Su última implantación industrial ha tenido lugar en Colombia, con una planta en la que produce tanto en aromas en polvo como fragancias. El grupo, que obtiene el 60% de su facturación fuera de España, cuenta con instalaciones productivas en Marruecos, Argelia y Venezuela, que completan sus centros productivos de Sant Quirze del Vallès. En el apartado comercial, una de sus filiales, Paymsa, ha logrado la patente para su desarrollo de envolturas vegetales para embutidos curados, que prevé permita el desarrollo de nuevos productos y el uso de ingredientes y aromas no utilizados hasta ahora en estos elaborados cárnicos.
Por su parte, Induxtra de Suministros Llorella cerraba 2013 con un incremento en sus exportaciones del 45%. La compañía catalana está potenciando su presencia comercial tanto en la UE (principalmente Portugal), como en mercados emergentes de Sudamérica y norte de África. De hecho, la buena marcha exterior ha motivado que Induxtra haya proyectado instalar dos nuevas líneas en su planta de Porqueras (Girona).
El pasado mes de febrero, Plimón ha comenzado a operar directamente en Italia, con la apertura de una filial en Como. Incrementa así una red comercial que tiene presencia en India (desde 2913), Estados Unidos y Japón.
En el caso de Quimidroga, los últimos mercados abordados son Turquía y los países norteafricanos, principalmente el Magreb y Egipto, mientras que la siguiente etapa tendrá como destino el Este de Europa. El grupo inició hace cuatro años un plan de internacionalización que ha impulsado su negocio exterior, que supone ya el 18% de sus ingresos. Quimidroga cuenta con una filial en Portugal, desde la que ha abordado también las antiguas colonias de Angola y Mozambique. Asimismo, dispone también de subsidiarias en filiales en Nimes (Francia), Casablanca (Marruecos), Argel (Argelia) y Estambul (Turquía).