La industria de ingredientes para alimentación y bebidas continúa avanzando en el desarrollo de una oferta innovadora y acorde a las necesidades del sector alimentario, cada vez más proclive a buscar la condición “natural” o “saludable” de los productos -como alternativa a los conservantes químicos-, amén de prescriptora de salud con referencias que benefician de uno u otro modo distintos aspectos de la misma. En su cruzada para convertir el alimento en fuente de beneficios saludables, el mercado de alimentación y bebidas encuentra en la industria de ingredientes al aliado perfecto, trabajando en equipo para el desarrollo de nuevas referencias. La investigación juega un papel primordial en todo el proceso, en una triple vertiente: la desarrollada internamente por las empresas de ingredientes; la protagonizada por las propias fabricantes de productos alimentarios, además de los distintos programas de I+D+i llevados a cabo por la unión de ambas en colaboración con organismos públicos o centros de investigación al servicio de la industria. Productos más naturales, ingredientes funcionales y los denominados “sin” (sin gluten, sin lactosa, etc.) ocupan buena parte de los objetivos de las principales operadoras de la industria de ingredientes alimentarios.
Comenzando por el ámbito de la investigación, numerosas compañías españolas participan actualmente en proyectos europeos encaminados al desarrollo de ingredientes con el fin último de hacer llegar al mercado nuevos productos alimentarios que beneficien de uno u otro modo a la salud del consumidor. Entre ellas podríamos citar a Abrobiotec, Emilio Peña (Epsa) o Indespan. La primera de ellas, empresa de base biotecnológica del Grupo Matarromera, participa en el proyecto Pathway-27 para la incorporación de compuestos bioactivos en alimentos saludables como pan o galletas, al tiempo que colabora con Ainia para validar los efectos funcionales de los polifenoles procedentes de los hollejos la uva. Los polifenoles son antioxidantes naturales que tienen acción antiinflamatoria y efecto anticancerígeno, entre otras propiedades, y son antioxidantes naturales que neutralizan los radicales libres y ayudan a prevenir el envejecimiento. En alimentación, los polifenoles pueden actuar como conservante natural, retrasando el deterioro de los alimentos por oxidación y alteraciones microbiológicas y aportan ventajas tecnológicas en el procesado de alimentos.
Por su parte, Emilio Peña (Epsa) participa desde el pasado noviembre en el proyecto europeo “Bake4fun, Soluciones biotecnológicas innovadoras para la producción de nuevos productos de panadería funcionales”, que se enmarca dentro del séptimo programa marco de la Unión Europea FP7-SME-2013 y tiene un presupuesto total de 1,3 M€. Este proyecto parte de la estimación de que cerca de 1.500 M de personas de todo el mundo presentan deficiencias nutricionales y pretende validar y desarrollar productos de panadería que permitan una mayor absorción de éste, así como aumentar la ingesta de antioxidantes y mejorar la microflora intestinal. En el mismo participan, además de Epsa, la española Investigación y Desarrollo Panadero (Indespan), la italiana Prometeo y la polaca Bakery Vini, además de tres centros de investigación (el español Ainia, Alma Mater Studiorum Universitá di Bologna de Italia y la polaca Politechnika Lodzka).