El gran consumo despierta el interés de los operadores
Aunque el sector gran consumo es uno de los que más demanda las acciones de logística in house, también es muy común en otros como en el de automoción, debido a las características propias del producto que manejan. Es más, los operadores logísticos en este caso suelen participar en fases previas como la alimentación de la cadena de montaje o la recepción de las materias primas. Entre los grupos con especial presencia en este ámbito destaca Valautomoción, que explica que entre los nuevos servicios que están solicitando sus clientes están el control cualitativo de materiales, la representación fiscal, la gestión aduanera y de las urgencias, así como certificación de producto terminado. Ceva Logistics también está muy focalizado en esta rama, con clientes como Daimler o Mercedes-Benz, aunque está viendo cómo algunas compañías del sector químico/industrial están aumentando la externalización de sus actividades logísticas en sus instalaciones. Alfil Logistics, que realiza actividades in house en 50 plantas, reseña que sus últimas incorporaciones han venido precisamente del sector industrial, pero que confían en sumar actividades para el sector alimentario. No en vano, el 67% de la facturación de la compañía proviene de logística de consumo, pero en su mayor parte en instalaciones de Alfil Logistics. Precisamente hay que recordar que el 60% de la sociedad es propiedad de Damm, uno de sus principales clientes, a quien le gestiona una nave en la ZAL de El Prat de Llobregat de 168.000 m2 de los que 108.000 m2 se dedican a Damm y el resto a otros clientes. Precisamente por su relación accionarial y por tratarse de una planta multicliente, Alfil no la computa dentro de las operaciones in house.
Así las cosas, el mercado de gran consumo continúa posicionándose para los operadores logísticos como uno de los que tiene mayores posibilidades de crecimiento tanto desde el punto de vista de la producción como de la distribución. En este sentido, son los retailers quienes, por su estructura y el número de referencias de clientes diferentes, recurren más a empresas externas en operaciones in house. Sin embargo, los fabricantes son los que piden servicios con un mayor valor añadido, tales como el copacking, reenvasado o personalización del producto.