El mercado de externalización de servicios logísticos en general, y las actividades in house en particular, se han visto marcados en el último año por la potenciación del e-commerce. Estas operativas han hecho a los especialistas adaptar sus procesos a unas nuevas necesidades debido a la irrupción de este canal de distribución, todavía en proceso de implantación, que ha venido para quedarse. Los cambios, más que relacionados con nuevas actividades, tienen que ver principalmente con una reducción de los tiempos. Precisamente, las empresas explican que se les requiere ahora un flujo mucho más exigente, ya que el comercio electrónico ha provocado que, en este tipo de operativas, hoy día el factor tiempo sea vital. Debido a esta inmediatez muchas compañías destacan como las acciones in house, frente a actividades en las instalaciones externas, tienen una ventaja operativa ya que se elimina el proceso de transporte y recepción del producto terminado al almacén, lo que también permite que no sea necesario tener tanto stock disponible y evitar duplicidades. Y es que al contar con un almacén fuera de la factoría es preciso tener más producción en reserva en el nodo logístico. Según detallan voces del sector, se trata de tiempos reducidos de transporte, sí, pero con el ritmo actual todo cuenta.
De todas formas, falta por ver lo qué ocurrirá cuando el e-commerce llegue a una etapa de madurez, ya que algunos esperan que esta carrera por la inmediatez se relajará. Realmente son pocas las compras tan urgentes que requieran una entrega en franjas inferiores a dos horas, como ya se llega a ofrecer. Incluso se está investigando en la incorporación de drones para hacer la entrega a consumidor, pero no está clara la demanda real al respecto dentro del mercado, especialmente al tener en cuenta quién asumirá el sobrecoste.
Y es que al tratarse de un nuevo ámbito de acción faltan todavía muchos puntos por concretar y precisamente éste es uno de los aspectos que más debate genera. Para acelerar la penetración del canal e-commerce, de momento, no se está trasladando al cliente final el coste correspondiente a las actividades de logística, expedición y transporte, pero no está claro cuánto durará esta etapa. Llegará un momento en que tenga que ponerse esta cuestión sobre la mesa ya que irremediablemente el servicio se tendrá que repercutir en mayor medida en el cliente, mientras ahora las empresas de transporte son las que están ajustando más los precios ante la esperanza de conseguir un mayor volumen de trabajo.
Dentro de esta argumentación tiene un especial protagonismo el proceso de gestión de la logística inversa, que se está acentuando. Según destacan varias firmas, se ha incrementado, especialmente en el terreno textil, la compra múltiple de productos con la idea de elegir una vez recibida la mercancía y devolver posteriormente el resto del pedido. Esta tendencia hace que se incrementen considerablemente los costes relativos al transporte.
Nuevos picos de trabajo
Estos cambios están implicando a las empresas logísticas adaptarse a un calendario de trabajo con nuevas fechas clave. Varias de ellas ponen de ejemplo la introducción del “Black Friday”, desconocido hace apenas tres años y que en 2016 batió un nuevo récord de ventas, con crecimientos que se cifraron por encima del 30% y con ofertas que llegaron a durar más de una semana. Los operadores logísticos cada vez tienen que involucrarse más en este tipo de procesos comerciales de sus clientes para evitar roturas de stocks y una buena gestión en los envíos. Igualmente, en fechas tradicionalmente fuertes a nivel comercial (Navidades, San Valentín, Día del Padre o de la Madre, etc.) los operadores logísticos ya percibían anteriormente un mayor pico de trabajo, pero éste se ha acentuado más todavía ya que los proveedores de transporte están ahora mucho más cerca del cliente final, mientras en otros canales fuera del e-commerce hay intermediarios minoristas que son los que tienen que saber gestionar el stock en el último eslabón de la cadena comercial.
Son precisamente estos picos de trabajo los que también hacen que muchas empresas apuesten por externalizar las operativas logísticas, ya que, según destacan varias firmas, la plantilla del almacén puede variar en un 50% dependiendo del momento del año. Subcontratar la actividad pero mantenerla dentro de las instalaciones propias hace que el cliente continúe controlando y manteniendo cerca toda la actividad de almacenaje y transporte pero se olvide de este tipo de coyunturas y pueda concentrarse en otras labores más centradas en su core business. A ello hay que sumarle otras ventajas como el ahorro en inversiones inmobiliarias, simplificación de la operativa, apoyo entre subcontratas o la participación en fases anteriores a la fabricación del producto por parte de la compañía logística.
Las pymes e-commerce externalizan fuera de sus instalaciones
La principal diferencia, entre las actividades para e-commerce in house y las realizadas en instalaciones de los clientes, es que los distribuidores de pequeño o mediano tamaño de venta por internet apuestan, en caso de externalizar la actividad, en mayor medida por hacerlo fuera de sus instalaciones, al no tener espacio suficiente en sus plantas. En cambio los grandes operadores sí se plantean más asiduamente realizarlo en su propia sede, con personal externo, cuando cuentan con espacios ociosos o para acortar los plazos de entrega dentro de la tendencia por la inmediatez. De todas formas, la mayor parte de las empresas que operan en el mercado de logística in house, detallan que los clientes que se han sumado dentro de esta línea son firmas multicanal que están tratando de hacerse un hueco en el terreno online, en vez de clientes 100% e-commerce.
GrupoUno CTC, que se ha especializado en servicios de externalización dentro de distintos ámbitos, en logística está trabajando principalmente en actividades in house y ha encontrado en el e-commerce un importante nicho de mercado, siendo uno de sus principales clientes Seur, a cuyas instalaciones traslada parte de su plantilla. Entre las últimas incorporaciones en este sentido están otros operadores de transporte como Kuehne+Nagel, así como las empresas Decathlon, Novaltia, De Ruy Perfumes y Miquelrius Diffusión. Además, hace un año ha comenzado a desarrollar actividades de última milla, con flota propia, debido a que ha encontrado que este mercado está especialmente desestructurado y que hay potencial de crecimiento.
Dentro de logística in house, FM Logistic ha firmado en abril de 2017 un contrato con la multinacional sueca fabricante de productos absorbentes de celulosa SCA Hygiene Products para gestionar su planta de Puigpelat (Tarragona). Allí cuenta la compañía con 70.000 m2, con capacidad para 90.000 palés. El contrato tendrá una duración de cuatro años y desde la misma se fabrica y envía su producción para España, Francia y Portugal.
Moldstock también ha sumado recientemente un nuevo cliente in house, en el mes de abril, del sector de productos de menaje, decoración del hogar y artículos de papelería con licencias. Para ello esta empresa puso en marcha un almacén en Terrassa (Barcelona) de 4.000 m2. Moldstock, sociedad logística del grupo Moldtrans, realiza servicios tanto in house como en sus propias instalaciones. De hecho, recientemente ha sumado otros cuatro clientes a los que da servicio en las plataformas de Moldstock, de los cuales dos de ellos son de e-commerce. De esta forma, la compañía se adapta a las necesidades del cliente ofreciéndole cualquiera de las dos variantes de negocio.
El gran consumo despierta el interés de los operadores
Aunque el sector gran consumo es uno de los que más demanda las acciones de logística in house, también es muy común en otros como en el de automoción, debido a las características propias del producto que manejan. Es más, los operadores logísticos en este caso suelen participar en fases previas como la alimentación de la cadena de montaje o la recepción de las materias primas. Entre los grupos con especial presencia en este ámbito destaca Valautomoción, que explica que entre los nuevos servicios que están solicitando sus clientes están el control cualitativo de materiales, la representación fiscal, la gestión aduanera y de las urgencias, así como certificación de producto terminado. Ceva Logistics también está muy focalizado en esta rama, con clientes como Daimler o Mercedes-Benz, aunque está viendo cómo algunas compañías del sector químico/industrial están aumentando la externalización de sus actividades logísticas en sus instalaciones. Alfil Logistics, que realiza actividades in house en 50 plantas, reseña que sus últimas incorporaciones han venido precisamente del sector industrial, pero que confían en sumar actividades para el sector alimentario. No en vano, el 67% de la facturación de la compañía proviene de logística de consumo, pero en su mayor parte en instalaciones de Alfil Logistics. Precisamente hay que recordar que el 60% de la sociedad es propiedad de Damm, uno de sus principales clientes, a quien le gestiona una nave en la ZAL de El Prat de Llobregat de 168.000 m2 de los que 108.000 m2 se dedican a Damm y el resto a otros clientes. Precisamente por su relación accionarial y por tratarse de una planta multicliente, Alfil no la computa dentro de las operaciones in house.
Así las cosas, el mercado de gran consumo continúa posicionándose para los operadores logísticos como uno de los que tiene mayores posibilidades de crecimiento tanto desde el punto de vista de la producción como de la distribución. En este sentido, son los retailers quienes, por su estructura y el número de referencias de clientes diferentes, recurren más a empresas externas en operaciones in house. Sin embargo, los fabricantes son los que piden servicios con un mayor valor añadido, tales como el copacking, reenvasado o personalización del producto.