La inversión es la nota característica
Y al margen de este ramillete de empresas, existe un grupo de compañías que cuentan con experiencia en el pasado en el campo de los in house y que se muestran dispuestas a volver al mismo si la ocasión lo merece. Un buen ejemplo es Envases Soplados, uno de los líderes en la producción de envase de PET terminado (no sólo la preforma). Tras ejecutar el año pasado su desembolso más elevado para activos productivos, 2 M€, en 2017 ha sido noticia por lanzar un envase de 25 l fabricado enteramente en PET, un formato nada habitual debido a las complicaciones técnicas que ofrece su producción. También es el caso de la Cooperativa Urola, que hace unos años cerró su último in house, desarrollado para Artesanos de Karrantza, y actualmente se encuentra embarcada en un proyecto de expansión internacional que le ha llevado a abrir una planta de producción de maquinaria en China y una fabrica de envases en Rusia, lo que ha derivado en inversiones también en sus factorías en España, después de que parte de la maquinaria que operaba en nuestro país se haya movido a su nueva ubicación.
Cabe mencionar casos también como el de Seyca Plastic, compañía que lleva varios años reforzando sus procesos productivos para incrementar capacidad, con una inversión en el periodo 2016-17 de 1,7 M€; Retal iberia, filial para España de uno de los principales grupos europeos del PET, que en otros países sí ha desarrollado integraciones, que ha enfocado gran parte de sus inversiones (500.000 € en 2016) a nuevos desarrollos de menor gramaje; o Torreplas, que entre 2013 y 2015 ha invertido más de 7 M€ destinados a la dotación de unas instalaciones más modernas y maquinaria de última generación.