La Economía Circular se pone de moda
Sin embargo, existe otro factor que puede acelerar una mayor presencia de este tipo de servicios: la sostenibilidad. Por un lado el consumidor cada vez presta más atención al impacto medioambiental de aquello que compra, un hábito que encaja a la perfección con los sistemas in house, que al operar directamente en la planta del cliente reducen significativamente la huella de carbono del proceso productivo. Por otro, a medida que se impone la Economía Circular, el modelo de desarrollo impulsado por la Unión europea que busca un reaprovechamiento de los recursos, parece probable que el plástico, el principal damnificado de este sistema, tenga que apostar por los materiales reciclados para conservar su posición. De nuevo, es el fabricante de envases el que puede servir de más ayuda en este aparentemente inevitable cambio, que requerirá de muchas pruebas y mucha ayuda del servicio técnico para abordarlo.
El sector del in house tiene en la actualidad tres grandes compañías con equipos activos en las plantas de sus clientes: Plastipak, Caiba y Logoplaste, firmas que, en todos los casos, han centrado su estrategia en mantenerse a la última a base de inversiones productivas. El grupo Caiba destinó el pasado año 4,5 M€ para adquirir nueva maquinaria y en 2018 espera desembolsar 7 M€, la cifra más elevada de los últimos cinco años, para hacerse con más medios productivos. Su previsión para esta campaña apunta a un nuevo incremento de su facturación, esta vez del 10,5% hasta los 83,8 M€. Por su parte, el grupo portugués Logoplaste también destinará en la campaña que acaba de empezar 1,5 M€ a nivel ibérico para aumentar su capacidad productiva y lanzar nuevos formatos. Esta firma consiguió que sus ingresos entre España y Portugal, su mercado de origen, en 2017 ascendieran a 97,5 M€, con previsión de alcanzar los 95,4 M€ en 2018.