La concienciación -y preocupación- de los padres sobre el creciente impacto de las alergias alimentarias va en aumento. Existe un debate sobre la posibilidad de que las alergias estén relacionadas precisamente con la falta de exposición a los alimentos que las provocan. La idea ya goza de aceptación entre muchos progenitores europeos, hasta el punto de que un 88% de los padres españoles exponen a sus hijos pequeños a una amplia variedad de alimentos para evitar que desarrollen alergias. La novedad más interesante del último año en el sector de alimentos infantiles ha sido una declaración de propiedad saludable aprobada por la Administración de Alimentos y Bebidas de EE.UU. (FDA), que aconseja una mayor exposición a los alérgenos en la etapa de abandono de la lactancia en lugar de su omisión. Un par de marcas han empezado a aprovechar la oportunidad que ofrece esta declaración: Hello, Peanut! es "una forma gradual de introducir los cacahuetes en la dieta de tus niños". El primer día de la semana de iniciación, los niños consumen 200 mg de cacahuetes en polvo (alrededor de 1/3 de cacahuete) mezclados con su comida. La cantidad de cacahuete aumenta cada día, hasta que los niños pueden consumirlos en formato untable o enteros. SpoonfulOne lleva el concepto un poco más allá, proponiendo una mezcla de diversos alérgenos, incluido el cacahuete, otros frutos secos, la leche, el huevo, el pescado y marisco, el trigo, la soja y el sésamo. Aunque la idea está calando poco a poco entre los consumidores, la mayoría de los fabricantes de alimentos infantiles sigue decantándose por la seguridad y por destacar la ausencia de alérgenos más que su presencia.
El poder de las plantas
La utilización de alimentos de origen vegetal como una forma natural de mejorar la nutrición se está imponiendo entre muchos adultos. Como es lógico, los padres están trasladando esta tendencia a la alimentación de sus hijos. En un momento en que el azúcar y, en menor medida la carne, están siendo vilipendiados, muchos padres intentan que sus hijos adopten pautas de nutrición saludables. Y puesto que los progenitores están intentando inculcar hábitos de alimentación más vegetarianos a sus hijos, las hortalizas son uno de los ingredientes más demandados por los padres en los alimentos infantiles. De hecho, un 52% de los progenitores españoles creen que es difícil conseguir que sus hijos coman las cinco porciones diarias recomendadas de frutas y verduras. La idea de una nutrición infantil sin productos cárnicos no solo tiene predicamento entre los padres vegetarianos, veganos y flexitarianos, sino también entre el 82% de los progenitores españoles que muestran preocupación por la calidad de los ingredientes cárnicos utilizados en los tarros de alimentos para bebés. Aparte de las innovaciones en alimentos infantiles vegetarianos y veganos, también hay oportunidades para las marcas que quieran aprovechar el interés de los consumidores por las proteínas vegetales. La búsqueda de fuentes alternativas de proteínas es una tendencia que afecta tanto a los padres como a sus hijos. En el Reino Unido, por ejemplo, un tercio de los padres con hijos de entre 0 y 5 años han intentado sustituir las proteínas de origen animal por proteínas de origen vegetal. A la hora de alimentar a sus bebés, uno de cada tres padres británicos prefiere los alimentos infantiles con proteínas de origen vegetal que cárnico.
La necesidad de controlar el contenido de azúcar de los alimentos y bebidas infantiles
Dado que la exposición de los niños a un exceso de azúcar a una edad temprana puede tener efectos muy perjudiciales para su salud posterior, los padres toman cada vez más precauciones con el contenido de azúcar de los alimentos y bebidas que proporcionan a sus bebés. Incluso los azúcares naturales están siendo objeto de un intenso debate, y el 78% de los padres españoles afirman estar preocupados por los azúcares naturales presentes en los alimentos para bebés y niños pequeños.
No es aconsejable alimentar a un bebé o un niño con productos endulzados con estevia, azúcar u otros edulcorantes añadidos. Por eso es fundamental que los fabricantes experimenten con el uso de edulcorantes alternativos y formulaciones con menor poder endulzante, con el fin de satisfacer las necesidades de los padres preocupados por la salud, que consideran sumamente importante que los alimentos infantiles tengan un bajo contenido de azúcar.
Los superalimentos hacen su aparición en la alimentación infantil
En paralelo, los denominados superalimentos, que están teniendo un gran impacto en el mercado global de alimentos y bebidas, han comenzado a aparecer en los alimentos infantiles, sobre todo en platos y elaboraciones saladas. Las últimas innovaciones en la categoría giran en torno a los supergranos, los ingredientes de origen vegetal y las superfrutas.
Educar a los padres sobre el consumo de omega-3
En general, se considera que los ácidos grasos omega-3 son importantes para la salud de todas las personas, pero especialmente para los niños pequeños. Se cree que resultan esenciales para la salud cardiovascular, cognitiva y para el desarrollo del sistema nervioso y la vista, además de reducir las inflamaciones. Pese a la importancia de los omega-3 en esta crucial etapa de desarrollo, hay relativamente pocos padres que prioricen su consumo. Estos deben comprender mejor la importancia de los omega-3 y las grasas saludables en las dietas de los bebés, ya que actualmente no son un factor trascendente en la compra de alimentos para bebés y niños pequeños. Globalmente, las leches de fórmula y de crecimiento son dos de las categorías de alimentos y bebidas que más hincapié hacen en sus envases en la presencia de omega-3. En el resto de categorías, el número de productos para bebés y niños pequeños preocupados por destacar su contenido de omega-3 es relativamente pequeño. Esto plantea a los fabricantes una buena oportunidad de ofrecer más opciones a las que puedan recurrir los padres cuando los bebés abandonen la fase de lactancia y empiecen a consumir alimentos sólidos.
El auge del comercio electrónico
Los padres de niños pequeños utilizan Internet para buscar consejos parentales y recetas saludables, lo que ofrece a las marcas de alimentos infantiles una plataforma de comunicación atractiva. Sin embargo, los padres no hacen un uso intensivo de Internet para ahorrar tiempo en sus compras: solo un porcentaje minoritario de ellos adquieren productos y alimentos infantiles en línea. Para poder aprovechar el desarrollo del comercio digital y la compra de alimentos en línea, las marcas de alimentos infantiles tendrán
que evolucionar su oferta por Internet y conseguir que sus productos sean más idóneos para la venta digital. Por ejemplo, los envases transparentes quizás no sean el embalaje que mejor se adapte a una imagen en miniatura. Según crece la expectativa de los consumidores de recibir sus productos
y servicios directamente en el lugar elegido, los servicios de entrega y suscripción son un factor cada vez más importante para la categoría. No obstante, por el momento solo el 5% de los progenitores estadounidenses han suscrito la compra de alimentos infantiles.
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