¿Pueden servir los zumos para acompañar una cena?
Quizás los consumidores no asocien los zumos con un evento como la cena, a menos que los fabricantes de zumos consigan convertirlos en una bebida ideal para consumir por la noche aprovechando determinadas tendencias clave de consumo. Según la tendencia ‘Slow It All Down’ (Reduce el ritmo) de Mintel, el hecho de que los consumidores vivamos en un mundo acelerado hace aumentar la demanda de productos y experiencias relajantes. Los tés de hierbas que declaran tener efectos relajantes o propiciatorios del sueño han experimentado un fuerte crecimiento, y las bebidas de zumo tienen la oportunidad de incorporar esas mismas propiedades. Por ejemplo, los zumos elaborados con adaptógenos (compuestos antiestrés que se encuentran en ingredientes tales como la ashwagandha, la albahaca morada y la maca) pueden comercializarse como productos desestresantes para ayudar a conciliar el sueño. A la vez, la popularidad del zumo de cereza ácida va en aumento, gracias a que aporta una serie de ventajas para la salud, entre ellas su capacidad para reducir el insomnio.
Aunque muchas marcas de zumos destacan sus beneficios para la digestión y el tracto digestivo, muy pocas orientan su consumo a la franja nocturna. Y sin embargo, estos productos pueden comercializarse como una bebida digestiva sin alcohol para después de la cena. Los zumos ligeramente azucarados con ingredientes capaces de mejorar la digestión, como el jengibre, los probióticos, y el hinojo, pueden encajar bien con los consumidores preocupados por la salud que quieran tomar una bebida sin alcohol antes de ir a la cama. Pero conviene tener en cuenta que el consumidor medio estadounidense no sabe lo que es un adaptógeno, y la mayoría de los consumidores no toman bebidas digestivas, por lo que los nuevos productos deberían incluir las explicaciones pertinentes.
Actualmente, muy pocos productos destacan estos efectos beneficiosos para el sueño en su etiquetado, lo que ofrece amplias oportunidades de innovación a las marcas.