Los botánicos para coctelería mantienen su pujanza, al ritmo que marca la evolución de los principales combinados premium. Por el lado positivo, las voces que auguraban un pinchazo en la burbuja del gin tonic no acertaron con su pronóstico, y lo que pudo comenzar como una moda se presenta como una realidad asentada. En el lado contrario, los nuevos combinados que debían tomar el relevo siguen sin asentarse, y las fórmulas basadas en otras bebidas (desde el vodka al vermut) presentan un desarrollo mucho menor.
El nicho de botánicos se ha establecido en el entorno de los 5 M€, según estimaciones de Alimarket. Un tamaño pequeño, pero goloso. De hecho, si pensamos en términos de especias y condimentos (sector del que proceden la mayor parte de los operadores que trabajan esta gama), su tamaño estaría por denajo del colorante alimentario y la canela, por poner dos ejemplos de productos de largo recorrido. No está mal para una gama que comenzó a despegar hace apenas cinco años.
En este tiempo se ha generalizado una doble oferta: por un lado agrupaciones de varios botánicos que permiten la elaboración de gin tonics en el hogar. Y por otro, presentaciones ideadas como regalo, en el que además de los botánicos se incluyen otros elementos como libros de mixología o instrumentos para la elaboración de cócteles. De hecho, el producto mantiene un cierto carácter premium, lo que explicaría en parte el escaso éxito alcanzado por las MDD en este campo. De hecho, las cadenas han ido retirando sus propias referencias de los lineales en los últimos años, manteniendo sólo marca de fabricante (y en algún caso, ni siquiera).
La oferta económica vendría no tanto por parte de la MDD, sino por la venta de estos botánicos a granel (o al menos en cantidades superiores a los formatos para distribución). Una actividad que están desarrollando básicamente tiendas de infusiones y herbolarios, como complemento a su actividad (ya sea física u online).