La tecnología ha irrumpido en el sector cafetero. La digitalización es un hecho que, entre otras cuestiones, mejora la productividad y la eficiencia, está permitiendo el desarrollo de nuevos productos y servicios y favorece la relación con los clientes. Pero la tecnología está influyendo mucho más en el mundo del café, ya que se está convirtiendo en una herramienta imprescindible para garantizar la trazabilidad de los granos de café, lo que adquiere relevante ante la nueva legislación comunitaria en materia de deforestación. Permite al sector además avanzar en materia de sostenibilidad, concretamente, en la revisión de toda la cadena de valor de la industria, poniendo el foco sobre el origen del café. Este factor se está convirtiendo en un elemento de diferenciación para la industria, pero su relevancia supone más que una cuestión comercial. Es clave para la propia supervivencia del mercado, en entredicho por los efectos del cambio climático sobre la cantidad y calidad del café y, sobre todo, por el progresivo abandono de su cultivo por muchos caficultores, que han optado por destinar sus tierras a productos más rentables.
En este contexto llegan los programas de sostenibilidad de muchas de las grandes compañías como Nestlé o Nespresso, cuyo programa AAA cumple ahora 20 años, una efeméride que ha sido aprovechada para actualizar hitos en sus tres ejes de desarrollo: medio ambiente, comunidades de caficultores y cápsulas. Entre los más destacados se encuentra la intención de alcanzar las cero emisiones netas a partir de 2035; avanzar en el desarrollo de técnicas de agricultura regenerativa, de forma que el 95% de su café proceda de estos cultivos en 2030, y seguir impulsando la participación de nuevos caficultores en el programa AAA, del que forman parte actualmente más de 150.000 agricultores de 18 países. Gracias a ello, el 93% del café verde que emplea para sus productos procede de participantes en el programa. Entre los planes de Nespresso destaca especialmente el vinculado a la agricultura regenerativa, principal proyecto de futuro de la industria. De hecho, Nestlé lo ha convertido en pilar de su programa ‘Nescafé 2030’, con el que busca garantizar la sostenibilidad a largo plazo del café, en un contexto marcado por una previsible reducción de hasta en un 50% del área apta para el cultivo de café en 2050. En total, prevé destinar más de 1.000 M€ para apoyar la transición a la caficultura regenerativa, con el objetivo de lograr que en 2025 el 100% del café derive de fuentes responsables y que el 20% de su café proceda de métodos agrícolas regenerativos en 2025, porcentaje que subirá al 50% en 2030. Para ello, brindará a los caficultores formación, asistencia técnica y plántulas de café de alto rendimiento para ayudarlos en la transición al uso de prácticas regenerativas de cultivo de café, entre las que figuran plantar cultivos de cobertura que ayuden a proteger el suelo, el uso de fertilizantes orgánicos, aumentar el empleo de la agrosilvicutura y los cultivos intercalados para preservar la biodiversidad, o reemplazar los cafetos existentes por variedades resistentes a las enfermedades y al cambio climático. Illy también está trabajando para el desarrollo de un modelo de producción basado en lograr una nutrición adecuada de la planta mientras que se regenera de forma natural el suelo, lo que mejora la salud del ecosistema y lo fortalece, nutre y hace más fértil la planta y la tierra y reduce las emisiones de CO2. Siguiendo estos principios, en la región brasileña de Cerrado Mineiro, los caficultores que colaboran con Illy han extraído los granos para la creación de la variedad ‘Arabica Selection Brasil Cerrado Mineiro’, el primer café procedente al 100% de agricultura regenerativa certificada por el sello Regenagri, que Illy ya ha empezado a comercializar en los lineales en botes de 250 g en las versiones grano y café molido.