En un contexto de escasez de jamón curado, en el último año, se ha dado un impulso en el proceso de concentración de la actividad comercial, que ha favorecido fundamentalmente a Comapa, Sánchez Romero Carvajal-Jabugo (SRC), el grupo Jorge ( Campodulce y Mafresa ), Incarlopsa, ElPozo, Productos Ibéricos Calderón y Ramos y Deraza Ibérico. Las tres primeras, Sánchez Alcaraz y Sierra de Jabugo se han reforzado también industrialmente al incorporar activos de empresas en crisis. Además, la proyección del negocio de ibérico y el objetivo de retener el valor añadido en la región, han motivado varios proyectos de matadero en Extremadura, dos de ellos participados por Señorío de Montanera e Industrias Carnicas Villar. El déficit en la oferta ha supuesto el mantenimiento de precios altos y, así, la pervivencia de la rentabilidad para los industriales, pese al aumento tarifario de la materia prima. Mientras, el sacrificio se impulsaba un 12,5% en 2016 y un 12% entre enero y julio de 2017, de modo que se anuncia ya un cambio de ciclo en el mercado.