La venta nacional del jamon blanco aumentó entre un 4% y un 7% en 2017 (según Mapama e Iri), favorecida por la contención del precio y el ascenso tarifario del ibérico. El impulso de Comapa e Incarlopsa, los dos primeros fabricantes, y el exceso de disponibilidades aumentó la competencia, que se puede intensificar por las grandes inversores en curso. En respuesta, se ha desplegado en el sector una tendencia empresarial hacia la valoración del producto, que conllevará una mayor segmentación del mercado y se apoya en la creciente imagen de elaborado saludable del jamón. La provincia de Teruel concentra los mayores proyectos inversores anunciados en el último año, a cargo de Jamcal y Esteban Espuña, mientras Bell España e Incarlopsa avanzan en su ambiciosa redimensión fabril.