El sector hortofrutícola ha continuado otro año más mejorando notablemente su competitividad a través de la innovación. De hecho, está a la cabeza en este tipo de avances dentro de la industria de la alimentación. El producto fresco está acaparando la mayoría de proyectos, resultado derivado de la tendencia del consumo tanto dentro del hogar como fuera de él. También hay cierta inclinación hacia referencias exóticas y desconocidas, al tiempo que han surgido multitud de investigaciones para aprovechar el desperdicio y proporcionale un valor. En cuanto a la inversión, grandes firmas siguieron avanzado en su transición hacia la Industria 4.0 y en recortar distancias entre destinos.