En la última década la superficie comercial de base alimentaria en la ciudad de Barcelona ha crecido cerca de un 30%, principalmente gracias a la expansión de los grandes supermercados, con Mercadona a la cabeza. Durante este periodo se han abierto más de 400 establecimientos y se han cerrado otros 200. Condis ha tomado el control de la sala de venta en la capital, impulsada por su fuerte expansión de la franquicia. Mientras, Caprabo, más centrada en la transformación y optimización de su red, ha descendido al tercer puesto, por detrás de Mercadona, en parte también porque la valenciana ha sido la que más ha incrementado su cuota de mercado en estos últimos diez años. Ahora le relevan el protagonismo Lidl y Aldi, que mantienen una estrategia de acercamiento a la gran urbe.