España continúa incrementando la superficie de cultivo ecológica, así como el volumen de producto, lo que significa que cada año se acerca al objetivo marcado por la Comisión Europea, que marca que el 25% de la superficie agrícola comunitaria sea ecológica. Y pese a su posición de liderazgo, aún queda mucho por hacer para incentivar la compra, ya que el precio se ha convertido en un hándicap para la evolución de la categoría de los productos orgánicos.