La coyuntura inflacionista ha sido la principal causa del repunte de hurtos en las tiendas en el último año, lo que ha puesto en jaque al comercio minorista. Ante esta situación, la demanda de soluciones antihurto ha crecido de forma generalizada y especialmente en algunas categorías concretas, como los collarines de botella para el aceite de oliva, el producto estrella de los robos este año. Además, el sector mantiene una fuerte apuesta por la innovación y los últimos avances tecnológicos se centran en los nuevos sistemas electrónicos de protección conectados y la visión analítica, que respaldados por la IA, el machine learning o el big data, revolucionarán el sector en los próximos años.