La industria conservera recuperó el aliento en 2024 gracias a la relajación de la inflación, lo que permitió una moderación costes industriales y una ligera recuperación de los márgenes. Este comportamiento, sin embargo, todavía no habría tenido su reflejo en el nivel de actividad de la industria, estancada en los últimos años y que, según las primeras estimaciones de Anfaco, se habría situado en números similares a los del año anterior, lejos, por parte de las 350.000 t que alcanzó la industria hace apenas un lustro. En valor, por contra, se habría registrado un crecimiento de entorno al 2%.El freno al encarecimiento de las conservas se trasladó también al punto de venta, lo que se tradujo en un incremento del consumo interno, tras varios años a la baja, y las exportaciones volvieron a situarse en verde, una buena noticia para el sector, puesto que la actividad exterior aporta más del 65% de la facturación de la industria. En el terreno doméstico, la consultora Circana indica un crecimiento del 4% gracias a la recuperación de las ventas de túnidos y mejillones, las dos principales familias del sector. Detrás de este abaratamiento se encuentra la intensa actividad promocional de la industrial, el mayor peso de la MDD, que ya supone más del 78,4% del mercado, y, sobre todo, la entrada de referencias de menor coste al mercado, tanto productos de importación como otros al natural o con aceite vegetal como líquido de cobertura.En el terreno internacional, las exportaciones crecieron entre enero y octubre por encima del 4,5%, con crecimientos a doble dígitos de algunas partidas como el pulpo, las almejas, las anchoas o las sardinas. Esto consolida el papel motor del comercio exterior para la industria conservera, lo cual se ha convertido en un arma de doble filo: al tiempo que ofrece infinitas posibilidades, supone un desafío tanto por las políticas de proteccionismo comercial de muchos países como por la globalización, con los nuevos acuerdos de libre comercio y de asociación firmados por la UE y la política arancelaria de EEUU en el punto de mira.El presente informe analiza en profundidad estas cuestiones, así como la estructura actual del sector conservero en términos empresariales, donde Frinsa se sitúa como la primera operadora por delante de Grupo Jealsa, Nauterra, Bolton Food, IG Montes o Conservas Dani. Estas compañías encabezan el ranking sectorial, que incluye información económica y de volúmenes de las principales 65 compañías del sector, incluyendo sus cifras de exportación. El análisis ofrece datos de consumo en el mercado interno, totales y por categorías y por marcas, un exhaustivo desglose de las importaciones y exportaciones de conservas, por categorías y países de origen y destino, y una relación de las principales inversiones de la industria conservera y la evolución del precio de los túnidos en el último año.