El mercado de la distribución de base alimentaria se ha vuelto permeable a la experimentación, en su camino por atender los nuevos nichos, necesidades y demandas de un consumidor, que sólo responde a propuestas de valor individualizadas. Ante este desafío, los grandes operadores prefieren seguir reescribiendo las nuevas reglas comerciales del juego, trasladando la expansión a un plano secundario. Evoluciones moderadas (+0,6%) marcaron, pues, tendencia en la sala de venta de 2010, gracias a una nueva contracción del número de aperturas (-15%). De hecho, los cinco primeros se quedaron a más del 9% de igualar el desarrollo precedente, y, entre ellos, sólo Mercadona y Lidl ganaron cuota, frente a la tendencia negativa apuntada por Carrefour (-0,4 puntos) o Eroski (-0,6). Los híper (+0,9%) y los grandes supermercados (+3,2%) consiguieron amortiguar las caídas del resto de formatos.
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