Alimarket: Las negociaciones para la refinanciación de la deuda han sido largas, con las consecuencias que ello conlleva...
Elias Suárez: Iniciamos las conversaciones en julio de 2012 y se alcanzó el acuerdo apenas hace unas semanas. La industria pesquera está muy revolucionada, con importantes operadores atravesando dificultades, y eso no ha ayudado. Los bancos están especialmente cautos en este sector y, además, las entidades también están inmersas en procesos de fusiones, lo que ha incidido en la ralentización. En el tiempo que ha durado el proceso hemos hecho nuestros mayores esfuerzos, apoyándonos en clientes y proveedores, además de los recursos propios. No ha sido fácil. Agradecemos la confianza mostrada por las entidades bancarias en el proyecto empresarial de Grupo Amasúa, sobre todo teniendo en cuenta la crisis financiera y crediticia que viene padeciendo España.
A.: Y, ¿ahora?
E.S.: Para Grupo Amasúa conseguir esta reestructuración era vital. Nuestro negocio tiene un ciclo de maduración largo, desde la preparación de los barcos hasta la pesca, el procesado, la entrega y el cobro. La actividad pesquera necesita de circulante para cubrir todos estas etapas. El acuerdo nos permite, en primer lugar, garantizar la viabilidad futura del proyecto empresarial y afrontar en mejores condiciones los próximos ejercicios. Esto es muy importante, sobre todo ahora, en un momento en el que el sector está en una fase de cambios y evolución. En este contexto, nos permitirá estudiar posibles oportunidades de negocio.
A.: ¿Qué cambios afrontará el grupo a nivel de productos?
E.S.: Tradicionalmente, teníamos una extensa gama de productos, que concentrábamos en un número reducido de mercados. Esto ha cambiado, pero ha sido una labor que se ha venido desarrollando desde hace años. En 2008 ya pensábamos que había que concentrar los esfuerzos en algunos productos estratégicos y así lo hicimos, lo que nos ha permitido seguramente llegar hasta aquí y ver reducidos los efectos de las crisis bancaria y de consumo. En marisco, nuestros pilares son el gambón argentino y el langostino vannamei, con un volumen de unas 12.500 t anuales, mientras que en pescado congelado, con unas 5.000 t/año, estamos muy centrados en bacalao, haddock y calamar. Además, ahora ya estamos preparados para afrontar la demanda y el lanzamiento de nuestra línea de quinta gama ‘Grand Krust Sabor Mediterráneo’.
A.: ¿Esta reorientación ha afectado también a la implantación fabril del grupo?
E.S.: Efectivamente. Dentro de las decisiones de redimensionamiento se ha decidido concentrar la práctica totalidad de las actividades de preparación, procesado, producción y logística en las instalaciones onubenses de Palos de la Frontera. Mantenemos cámaras frigoríficas y pequeños cocederos en Barcelona y Getafe (Madrid), pero ya con una actividad residual.
A.: ¿Y en cuánto a canales de comercialización y mercados?
E.S.: Queremos seguir potenciando todos los canales. La gran distribución aporta aproximadamente el 40% del negocio de Krustagroup y es muy importante en la actividad del grupo. Tenemos capacidad para atender toda la demanda de este canal, para suministrar MDD y para crecer en este apartado. Sin embargo, el canal mayorista, pese que en los últimos años ha perdido fuerza a nivel general, es imprescindible para el rendimiento de la compañía. En este sentido, seguimos y seguiremos apostando, por ejemplo, por Mercamadrid. Este canal mayorista aporta cerca de otro 40% de las ventas de Krustagroup, frente al 15% de la venta de origen por contenedores y el 5% de la pescadería tradicional. En lo que respecta a mercados, la exportación representa algo más del 50% de la actividad comercial de la empresa, principalmente con destino a Italia, Portugal y Japón. No obstante, no podemos vivir sólo de nuestros mercados tradicionales y la idea es estar presentes y operar en el mayor número de mercados posibles. En esta estrategia ha pesado también el perjuicio que nos ocasionará la decisión de gravar las importaciones argentinas a la U.E. a partir del próximo año con un 12%, frente a la actual tasa del 4,5%. Así, tenemos planes para acelerar nuestra expansión en China u Oriente Medio, entre otras zonas.
A.: En China se habló hace unos meses de una posible alianza con el gigante China National Fisheries Corporation (CNFC).
E.S.: CNFC, que es un conglomerado enorme, tomó en 2012 el control de Krustamoz, hasta ese momento filial nuestra al 100% y que cuenta con flota de 10 buques e instalaciones de procesado en Mozambique. Amasúa todavía mantiene una participación minoritaria en esta empresa y, de hecho, seguimos considerándola como parte de nuestra estructura. Con CNFC mantenemos una muy buena relación. En algunos casos son proveedores de nuestro grupo y en otras operaciones de venta en China nos apoyamos en su experiencia. Sin embargo, no mantenemos ningún acuerdo de exclusividad. Es más, recientemente hemos abierto una delegación comercial en China, porque hemos considerado que era imprescindible tener una estructura propia para crecer en un mercado de gran potencial como el chino.