Miguel A. Torres, presidente del grupo vitivinícola encabezado por la sociedad Miguel Torres, ha presentado las principales líneas de actuación al frente de la Federación Española del Vino, cargo que ocupa desde la dimisión, el pasado mes de julio, del anterior presidente Christian Barré (director general a su vez de Pernod Ricard Bodegas), por razones profesionales.
Miguel Torres ha comenzado con una buena noticia en relación a los mercados internacionales: en lo que va de año, las exportaciones de vinos españoles han bajado ligeramente en volumen (-0,7%) pero han conseguido crecer más de un 10% en valor (en el caso del cava, un +25%), en línea con uno de los principales objetivos de la FEV, que las bodegas españolas dejen paulatinamente de ser los "suministradores" de vinos baratos y graneles a otros países de Eurora, que luego compiten con nosotros con esos mismos vinos embotellados.
Precisamente con el objetivo de "construir marca", la FEV va a proponer una campaña de apoyo a los grandes restaurantes con presencia internacional, dado que éstos son "los mejores embajadores de nuestros productos"
Cotinuando con los mercados internacionales, Miguel Torres ha querido destacar la batalla en que está inmersa la FEV contra las barreras comerciales que aún existen contra los vinos europeos. Este año se firmó un acuerdo bilateral con Canadá (CETA) y más recientemente con Japón, mientras que con China también se están mejorando las relaciones comerciales. En relación a Mercosur (especialmente con Brasil), ya hay abiertas negociaciones, mientras que en la India ("el país más proteccionista del mundo") el acuerdo está aún lejos.
Inversiones necesarias para paliar el cambio climático
Otro tema que preocupa y mucho al presidente de la FEV es el cambio climático, que ha calificado "diga lo que diga Trump" como la "amenaza más grave que ha tenido nunca el planteta". Precisamente algunos de sus efectos se han podido palpar este año en una cosecha muy mala en volumen (hay zonas, como Ribera del Duero, que han perdido cerca del 50%) por una consecución de sequía, ola de calor y granizos. Para abordar este importante reto, es preciso que los viñedos se adapten a las subidas de temperatura y para ello las bodegas necesitan realizar importantes inversiones en placas fotovoltaicas, mallas para proteger las plantas del granizo, cubiertas vegetales, etc.
En relación a las placas fotovoltaicas para aprovechar la energía solar, Miguel Torres se ha mostrado muy crítico con las administraciones públicas: "No pedimos ni subvenciones ni ayudas, sólo que nos dejen poner placas". Bodegas Torres actualmente obtiene un 25% de su energía a través de las placas y la biomasa y, según un reciente estudio de la FEV, las bodegas españolas tienen un interés real en invertir en este equipamiento.
En relación a la caída continuada del consumo nacional de vino, otro de los grandes caballos de batalla de la FEV, se va a realizar próximamente una campaña publicitaria a través de la Interprofesional de Vino, orientada a fomentar el consumo responsable del "vino de cada día" y, por otro lado, se están buscando los fondos para realizar un estudio sobre los beneficios de la dieta mediterránea asociada a un consumo moderado de vino.
Preguntado sobre el próximo referendum del 1-O el bodeguero catalán sólo ha querido mandar un "mensaje de tranquilidad" y ha insistido en que precisamente la FEV lucha por la "unidad".