Easyfairs, en el marco de la feria Metal Madrid 2018, organizó ayer un simposio para dar a conocer cómo están afrontando varias empresas del sector alimentario el reto de la transformación digital. El bloque de agroalimentación fue moderado por Mauricio García de Quevedo, director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas.
Tras una breve introducción que versó sobre la importancia de este cambio de paradigma en la industria, el máximo responsable de la FIAB dio la palabra a Julio Pinto, director de operaciones de Bodegas Familiares Matarromera, que explicó durante su conferencia las acciones concretas que está realizando el grupo vallisoletano para convertirse en una industria 4.0.
En primer lugar, el directivo puso como ejemplo los trabajos realizados en el campo, en concreto la microparcelación de viñedos para lograr una agricultura de precisión. "Debido a que existen diferentes vigores en las viñas, se pueden emplear, por ejemplo, drones y otras tecnologías para saber qué zonas serán regadas". "También, con el empleo de los nuevos dispositivos que facilita el internet de las cosas, se puede saber si le falta nitrógeno a una viña".
Matarromera también trabaja en la bodega, donde se están aplicando nuevas tecnologías de visión artificial y de robótica para el control de las uvas. Gracias a estos nuevos equipos, que permiten la clasificación individual, se puede desechar la materia prima no apta. Por otro lado, avanza en lo que se denomina control tridimensional del producto, en este caso para conocer la geometría de la botella.
"El uso de la tecnologías de Big Data nos está permitiendo lograr una trazabilidad completa del ciclo productivo, desde el viñedo hasta la botella, de manera que podemos conocer la historia de nuestras barricas", aseguró Julio Pinto. Otro reto importante para la bodega es el desarrollo futuro de la "nariz electrónica", es decir, la aplicación de una tecnología que permita realizar catas sin abrir el vino. "Se trata de poder ver el estado del vino desde fuera de la botella, en función de parámetros, a través por ejemplo de la colorimetría". "No obstante, aunque nos dirijamos hacia una cata parametrizada, el perfil del catador no se va a sustituir", aseguró el directivo.
En su opinión, la implantación de todas estas nuevas tecnologías son necesarias para ir por delante, ya que hacen a la industria más productiva y competitiva. Es por ello por lo que en un plazo de veinte años, prácticamente todos las bodegas españolas habrán completado procesos de transformación digital. "Solo dos o tres empresas del sector no apostarán por aplicar las nuevas tecnologías a su negocio, vaticinó Julio Pinto para finalizar su ponencia.
Reducir el desperdicio digital
Por su parte, Enrique Mandado, director de operaciones de Grupo Calvo, hizo un repaso de las distintas actividades encaminadas a lograr una industria conectada en el marco de su programa de excelencia CES. El directivo de la empresa gallega de conservas puso el acento en la "necesidad que tienen las compañías de reducir el desperdicio digital", objetivo que puede alcanzarse gracias a una mejor gestión de los datos internos y a la optimización y ejecución de los procesos integrados.
"Se trata de mejorar al mismo tiempo el trabajo de los empleados y la eficiencia en la fábrica. El proceso de transformación digital supone avanzar hacia gestión de los datos en la nube en tiempo real que permita una introducción automática de los datos y su correlación avanzada. En segundo lugar, añade el directivo, hay que optimizar procesos, utilizando para ello datos a través de la red con una planificación ascendente.
Y, por último, habría que avanzar hacia la ejecución física de los procesos mediante la colaboración. Todo ello para lograr "sistemas integrados de toma de decisiones temporales a través de la integración de parámetros, el análisis de datos SPC y la trazabilidad integral. "Hay que darle valor al flujo continuo de procesos, ya que es vital para lograr un buen output", dice el directivo. Este control estadístico de producción, que supone generar datos coordinados, "nos permitirá no perder calidad en nuestras referencias por realizar producciones en masa".
Para concluir, Enrique Mandado ha subrayado que para que el cambio organizativo tenga éxito se tienen que implicar los empleados, que tienen que entender las dificultades para avanzar". Por ello, "hemos puesto en marcha planes de formación completos con la ayuda del departamento de recursos humanos".
Integrar datos y procesarlos para hacer predicciones
También ha participado en este bloque alimentario Carlos Piñeiro, director de PigChamp Pro Europa, cuya ponencia ha girado en torno a la digitalización en el sector porcino. El responsable de esta empresa española dedicada a la gestión de datos, análisis y mejora de la productividad, afirmó que existen nuevas fuentes de datos y que el verdadero desafío es procesarlos, integrarlos y extraer de ellos el valor que esconden. "Hay que poner todos estos datos en una olla común, generar alertas y analizar la información para poder hacer predicciones".
Luego expuso ejemplos concretos de las nuevas tecnologías aplicadas al sector. Explicó las ventajas de instalar de sistemas de inteligencia artificial para determinar el momento óptimo de cubrición. También destacó la importancia de aplicar medios (por ejemplo la curva en tiempo real) para comprobar cómo comen los animales, una tarea que gracias a la tecnología ya se puede hacer desde casa. De esta forma se pueden evitar dos patrones de comida que pueden ser de riesgo, como han comprobado científicos tras analizar los seis comportamientos habituales. Asimismo, con la ayuda de los datos meteorológicos más el opendata, se podrá predecir el rendimiento reproductivo, así como prever brotes de enfermedades.
Por último, Carlos Piñeiro citó los beneficios del B-esecure, la bioseguridad a tiempo real. En sus palabras, "la digitalización determinará en gran medida la sostenibilidad, incluyendo el uso controlado de los antibióticos, y permitirá cumplir con los estándares de calidad". El accionista mayoritario de PigChamp finalizó su intervención con un mensaje optimista para las industrias, ya que, a su juicio, se está produciendo una democratización extraordinaria en el acceso a la nueva tecnología. De hecho, "los sensores son ahora más económicos, algo que va a facilitar el proceso de digitalización a muchas empresas". "Se trata de un proceso transversal y amplio que no debe dejar a nadie fuera", concluyó el directivo.