La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cítricos Valencianos ha calificado el recién finalizado 2018 como “muy positivo” para la entidad, dado que avanzó en varios aspectos cruciales para su desarrollo. En primer lugar, incorporó nuevos operadores -Xeraco Fruit, Convite, Ferrando Blasco, Frutinter, Bagú, Frutas Romu, Algitama, Exportaciones Heretat y Bollo International Fruits- para sumar un total de 45. Asimismo, la producción aumentó significativamente respecto al año anterior y las cadenas de supermercados con las que mantiene acuerdos pasaron de 2 a 12.
José Enrique Sanz, director gerente de la IGP, ha manifestado que están satisfechos con la evolución de la marca. “Se está posicionando cada vez mejor y con mayor presencia en la gran distribución nacional”, ha subrayado. En este sentido, firmas como Eroski, Masymas, Carrefour, Spar, Grupo IFA, Lupa, Consum, Sánchez Romero, Plusfresc, Alimerka, Uvesco y Aldi han incluido este sello distintivo en 2018. Por ello, percibe un “futuro prometedor”, gracias también a que el consumidor le da importancia al origen.
Sin embargo, Sanz ha reconocido que la actual campaña está siendo complicada para el sector en general, tanto para agricultores como para operadores. “Han coincidido diversos factores negativos. Por un lado, la producción de las principales variedades -navelinas y clemenules- ha sido alta, lo que conlleva a un aumento de calibres pequeños y medios. Esta peculiaridad influye a su vez en que se deprecie el producto destinado a la industria”, ha apuntado. Aun así, el volumen comercializado bajo esta IGP aumentó un 71% respecto a los doce meses anteriores.
La IGP Cítricos Valencianos se encarga de certificar aquellos que son cultivados en la Comunidad Valenciana y cumplen todos los requisitos de procedencia y calidad exigidos. De igual modo, da a conocer el producto mediante degustaciones, material promocional y, sobre todo, con presencia en ferias del sector hortofrutícola.