La Fageda, fabricante de refrigerados lácteos, helados y mermeladas con instalaciones en localidad gerundense de Santa Pau, ha acometido un reposicionamiento de su gama de mermeladas, cambios que afectan a la composición del producto, surtido y packaging. Uno de los principales cambios, es que ahora estas mermeladas son elaboradas con azúcar integral de caña y zumo de limón. La gama, pensada para desayunos, queda integrada por siete variedades: fresa, melocotón, higo, pera, ciruela, tomate y frutos rojos del bosque. Todas ellas son extras en fruta, con un porcentaje que oscila entre el 52%y el 63%. Más allá de los sabores y la nueva composición,presentan también una nueva imagen, donde se destaca que “el único secreto es la buena fruta cocida lentamente”.Toda la gama se envasa en tarros de vidrio, incorporando una etiqueta transparente para mostrar su contenido. En su elaboración no se incluyen conservantes ni colorantes y su textura es consistente y con trozos de fruta. Están disponibles en envases unitarios de 230 g yen packs surtidos que contienen tres envases cada uno de 43 g. "Sus sabores y textura las hacen ideales para desayunos, para crepes, para hacer pasteles o para combinarlas con los yogures de la marca", explica La Fageda en un comunicado. La compañía elabora mermeladas desde el año 2012, en el obrador de su Centro Especial de Trabajo en la Garrotxa (Girona), en el que trabajan 20 empleados. En 2018, su producción de mermeladas superó los 30.000 Kg,un 3% más que el ejercicio precedente. Esta línea de negocio aporta una pequeña parte de las ventas totales de La Fageda, que alcanzaron los 18,9 M€ en 2017 (sin contabilizar subvenciones ni ingresos extraordinarios). En esta cifra, además de refrigerados lácteos, helados y mermeladas, se incluyen unos 620.000 € por servicios de jardinería. Los yogures y postres aportan el grueso de la facturación, con unos 17,6 M€. La Fageda centra su comercialización únicamente en el mercado catalán. Se trata de una fundación sin ánimo de lucro, cuyo principal objetivo es dar un empleo a personas con discapacidad psíquica o enfermedad mental (alrededor de un 50% de sus 300 trabajadores tienen algún tipo de discapacidad intelectual).