Dentro del consumo de destilados, las variedades más prémium presentan un mejor comportamiento frente a las estándar. Las propuestas van más allá de la calidad de los productos y rodean a las marcas de experiencias a través de la coctelería y nuevas formas de llegar al consumidor. El whisky es la categoría que mayor nivel alcanza entre las más vendidas, casi el 11% del total.
